13 cuentos del más allá / #8 El arquero

in hive-148441 •  5 years ago 

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Imagen cortesía de Taringa

Nadie lo conocía en el barrio La Quebradita, no se sabía nada de él, ni siquiera su nombre, pero todos los fines de semana era quien nos mantenía invictos en la liga del barrio, una situación que hace un año más que improbable era imposible.

Nuestro equipo, Guerreros de La Quebradita F.C., nunca ha ganado nada desde que fue fundado hace veinte años, la verdad es que somos un desastre, generalmente éramos los tres puntos que regalaba la liga. El año pasado nuestro record fue de 0 victorias, 0 empates y 10 derrotas: 0 goles a favor y 50 en contra, sí lo sé, damos asco.

No somos muy disciplinados, nuestro "goleador" es el rey del "palo", nadie en la liga la ha pegado contra el poste más que Juancho, los mediocampo no logran mantener el balón con ellos más de
tres segundos y los defensa, bueno, qué decir, somos más fáciles que la prima de Juancho, la del 7, qué decir de nuestro DT, "El Mágico", antigua gloria del fútbol local cuyas estrategias las desarrolla de acuerdo a la intensidad de su delirium trémens.

Este año seguimos siendo los mismos, ¿la diferencia?: el arquero. Nuestro antiguo arquro, "El Mocho" Hernández decidió que ya era hora de retirarse, no era gran cosa como portero, el 50% de los goles que nos hicieron el año pasado fueron gracias a su "habilidad" para dejar deslizar el balón entre sus piernas; sí bien nadie lo iba a extrañar más que lo que él a su meñique derecho, lo necesitábamos porque de lo contrario no podíamos seguir participando en la liga por faltarnos un jugador.

Una tarde llegamos al vestidor para el entrenamiento, estábamos desolados porque en dos días empezaba la temporada y no teníamos arquero, sí bien somos malos amamos este deporte aparte, nos vemos bien con este uniforme y no vestidos de panaderos, carniceros,mecánicos (o peor desempleados) como generalmente lucimos de lunes a viernes.

Cabizbajos ingresamos al potrero al que llamamos cancha, y ya parado bajo los tres tubos estaba él: #1, uniforme negro, guantes negros, 2 metros de estatura, ojos rojos como de demonio, mirada penetrante, brazos largos, cabello rubio, es decir, todo lo contrario al resto del equipo y de la gente de La Quebradita.

El DT lo observa y le pregunta: -¿Tu cómo te llamas, eres nuestro nuevo arquero?- no dice nada, simplemente se queda viendo fijamente al otro arco. Miguelacho el defensa central nos comenta: -Seguro este mudo es el hijo escondido del portugués dueño de la panadería, ya sabes el que nos patrocina. Sinceramente no importaba de dónde vino ni como llegó, lo importante es que tenemos arquero.

Lo primero que pensamos es que por porte el tipo supera al Mocho Hernández, este tiene sus 10 dedos y se parece a Thor el Dios del Martillo mientras que nuestro anterior arquero se parecía al Chapulín Colorado pero con barriga de cervecero. Ahora faltaba probarlo. Hicimos la prueba de penaltys, paró hasta que las que iban fuera. La prueba de los centros los atajó todos. Los mano a mano los despejó con determinación y agresividad, como si fuéramos sus peores enemigos. En fin, no logramos hacerle nada, ni moverle un pelo de su rubia cabellera mientras todo el equipo quedó derrotado ante su bravura.

Tal fue la impresión que generó #1 en nosotros que al final del entrenamiento el DT lo nombró arquero titular y capitán del equipo. Al principio "El Liendra", el capitán destituido, se quejó con el DT a lo que el Mágico le respondió: Entonces vé a donde el arquero y gánate la capitanía.... ante el mutismo y el trago grueso del jugador el entrenador le dijo: Eso mismo pensé, y dando la vuelta y con botella de ron en mano, el DT dirigió al equipo a los vestidores, todos volvimos menos él, #1, se quedó en el terreno bajo los tubos, todos pensamos que quizás es uno de esos tipos que no les gusta mostrarse en las duchas, igual no teníamos muchas ganas de hacerle una novatada en paños menores a ese gigante, ¡que va!

El día inaugural nos tocó jugar en nuestra cancha, como en el entrenamiento ya #1 estaba allí, no sé cómo lo hace ni por qué es así pero si a él le resulta pues que siga en lo suyo, no le vamos a recriminar nada, igual le tenemos tanto miedo a nuestro propio arquero que todo lo que haga nos parecía palabra sagrada. Se dirigió al intercambio de banderines, con su mirada intimidó al capitán contrario y los arbitros, y si hubiera VAR también a ese sistema lo hubiera afectado antes del juego.

Jugamos como siempre: HORRIBLE, pero no perdimos, por primera vez en veinte años este equipo no perdió el partido inaugural, era como para colocar esto en los titulares de todos los diarios, si no fuéramos un triste equipo de barrio así hubiera sucedido. 0 a 0 y no podíamos creer todo lo que atajó #1 y la forma como destruyó la moral , el juego y las tibias de los delanteros rivales sin ser amonestado por el principal. Tampoco creíamos las veces que Juancho falló a gol con o sin portero, siempre se las arregla para pegarla contra los verticales o el horizontal. Algún día lo logrará.

Nuestro primer juego fuera de casa no fue distinto, #1 ya estaba en el campo, no salió con nosotros desde el vestidor y nadie sabe cómo llegó al gramado pero allí estaba listo y presto. Para qué decir, jugamos como siempre: ¡HORRIBLE! pero al igual que la semana anterior quedó 0 a 0, por primera vez en la historia estábamos invictos luego de 2 juegos. Bueno, como siempre #1 acabó con la delantera contraria, envió a tres a terapia intensiva y lo paró todo, también como siempre Juancho cumplió con su cuota al palo, pobre, algún día meterá una.

Llegamos al último juego de la campaña bajo el mismo esquema, jugando HORRIBLE pero invictos. Si bien en toda la temporada no hemos encajado goles, bueno, #1 es el responsable de eso, tampoco hemos metido ni un gol en nueve juegos (gracias a Juancho) y para quedar campeones debíamos ganar el partido diez, el más importante de nuestras vidas. Nos tocó está vez en casa y antes que ingresara el primer hincha ya nuestro capitán #1 estaba de pie en la cancha.

Se hizo el intercambio de banderines, la respectivas mirada maligna y penetrante de nuestro arquero a sus rivales, referí y compañeros antes del pitazo inicial. Hicimos un primer tiempo fenomenal, está bien, 0 a 0 pero jugamos decentemente, nuestro arquero sólo paró quince tiros y dos penales, mientras Juancho hizo un tiro de chilena que ni Cristiano Ronaldo, lástima que la pegó contra los tres palos, rarísimo eso.

Comienza el segundo tiempo, nuestro capitán nos espera en la cancha (nunca entra a los vestidores, ha de ser una cábala). En el descanso acordamos hacer nuestro máximo esfuerzo por ganar, más allá de lo asombrosa que ha sido la temporada en donde nuestro capitán y estrella no nos habla y le tenemos miedo, el DT más que dirigir lo que hace es dormir la borrachera y nuestro atacante no mete goles sino grandes choques contra los travesaños, bueno a pesar de todo eso necesitábamos ganar, era nuestro momento de cambiar la historia, de ser los que se llevan la copa y no los que ven a otros triunfar desde el fondo de la vergüenza.

Pasaban los minutos y seguía esto 0 a 0, #1 cada vez más intenso en la cancha. Seguíamos jugando al contraataque, realmente a ver cómo #1 las para. Ya estábamos jugando los minutos de complemento, apenas faltaban segundos para completar el partido cuando luego de una atajada #1 se levanta con el balón, muestra una sonrisa en su rudo rostro y se lanza al ataque desde su área chica por el lateral izquierdo, elude a uno, dos, tres, cuatro rivales ante la incredulidad de las gradas y de los contrarios incluso de sus compañeros, cuando llegó al área grande elude al su colega del otro equipo con el arco a su merced, ya en el área chica, centra el balón hacia la posición de Juancho, quien temblorosamente coloca el pie y dirige el balón hacia el vertical derecho, sí, pegó contra el metal pero esta vez el balón logró transpazar la raya de cal y se depositó en el fondo de la red. 1 a 0, fin del partido y de la temporada al fin los Guerreros de La Quebradita contra todo pronóstico nos hicimos campeones.

Momentos después del gol, en los vestidores le pregunté a Juancho, ¿qué sentiste cuando metiste tú primer gol después de tantos intentos?, a lo que me respondió: estaba cagado de miedo, sólo pensaba en lo que me haría #1 si fallaba ese tiro luego de esa jugada que hizo, ¿te imaginas?

Carlos D. Pérez Guerrero / @waraira777

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