Día 39 de un confinamiento que se está haciendo cada vez más pesado para todos. No solo para los niños, que ya están cansados, hartos, irascibles. Niños que no descansan bien, que se despiertan a mitad de noche y ya no saben qué horario llegar.
A nosotros los adultos nos afecta de otro modo, pero nos afecta, mucho. Es complicado intentar mantener un estado de normalidad en casa, estar tranquilos y disfrutar de lo que, a simple vista podría decirse que es una especie de periodo vacacional. Nada más lejos de la realidad. El teletrabajo te tiene en un estado en el que es muy difícil desconectar y que provoca que no tengas nunca la sensación de haber acabado tu jornada laboral.
39 días y seguimos sin ver cerca el día en el que podremos salir de casa como lo hacíamos hace semanas. Desde luego lo que está claro es que cuando lo hagamos tardaremos meses en volver a sentir esa normalidad de cuando nadie conocía la palabra Coronavirus.
Vienen tiempos difíciles, habrá que coger fuerza y ánimos de donde sea.