La caña de azúcar, es una planta herbácea, anual, de la familia de las gramíneas que alcanza una altura promedio desde 2 m y en algunos casos hasta 5 m. De origen tropical que se cultiva para extraer el azúcar que contiene en su tallo.
Su tallo es una vara larga delgada, muy fibrosa por dentro, con un poco de flexibilidad, y numerosos nudos, entre los cuales se ubican los entrenudos que es donde está contenida el azúcar.
Sus hojas son muy largas, en forma de lanzas, con su borde aserrado, que le da una textura muy áspero al contacto con el tacto. Son muy flexibles. La base de la hoja se une al tallo con su pecíolo en forma de envoltura a nivel de cada nudo.
Seguido al pecíolo tiene un sobresaliente delgado que la une a la vaina de la hoja llamada lígula.
Sus flores en panojas terminales muy fanosas que comúnmente llamamos espigas, que se pueden utilizar como adorno en los hogares u oficinas; sus veraras para hacer papagayos o para colocarcelas a los cohetes pirotécnicos.
Su siembra se realizará por esquejes que es su tallo, en forma acostada en surcos para áreas extensas o inclinadas para áreas pequeñas.
El producto que consumimos es su azúcar proveniente del tallo y que se puede consumir en forma directa o procesada, ya sea en forma artesanal en los llamados trapiches, como jugo o para la fabricación de papelón o panela.
También se realiza su proceso a nivel industrial hasta obtener el azúcar; moscabada, morena o refinada. Igualmente se obtiene melaza para consumo humano o animal.
Su ciclo es anual, su época de cosecha de le llama Safra, que se ejecuta antes de entradas las lluvias.
Su corte de puede hacer en forma manual con machete o mecanizada con maquinarias, que luego es arrimada a los trapiches o a los centrales azucareros para su proceso.
Igual la podemos tener en el solar de nuestras casas, como es el caso que les presento, ya sea como adorno o para consumo de azúcar natural, sin ningún procesamiento.