Capítulo 2: De Girasoles y abejas y un extraño olor a pólvora. (Esp-Eng) Chapter 2: Of sunflowers and bees and a strange smell of gunpowder.

Fuente

Vamos a usar todas las desventajas posibles, el hambre puede ser, el insomnio puede ser, vamos a explotarlo todo, usar calcetines y bufandas de colores oscuros, la muerte es un hecho, así que apostemos todo por la vida, vamos a sembrar miles de girasoles, al fondo una casa y un montón de vacas pastando plácidamente, las vacas se les ha puesto un sistema con una válvula de escape para capturar todo el metano posible, parecieran simples máquinas, con cientos de cables y mecanismos en el interior.
Los girasoles pueden producir un aceite sumamente comercial, pero además etanol y otras cosas de poco interés, pero volviendo al concepto de girasol, pudiera ser un cuadro de los de Van Gogh, o servir para un afiche de una pequeña oficina de pueblo.
Podemos sondear una parte de la población civil, tal vez algunos indocumentados, en la noche les gusta deambular por los cientos de miles de girasoles, buscan una promesa de un mañana mejor, un ahora sublime, un desierto centelleante. Somos hijos no pródigos de la madre tierra, exiliados en nuestra propia ideología.
Nuestros hijos sabrán de grandes sacrificios, somos los obreros, la masa negruzca que saca carbón, bauxita, litio, contaminamos más, resistimos menos, y vamos a los Zoológicos a ver animales tan cautivos y amaestrados como nosotros.
Las noticias solo traen olor a pólvora y trajes cubiertos de sangre, la vida es un triste oficio de pertenecer, peleamos bajo ideas de otros, banderas de otros, aspiraciones de otros y en el fondo somos seres imperfectos que sabemos y entendemos todo el mal que vamos esparciendo. Quizás nada importe la civilización y un sinnúmero de prole que hemos esparcido por cada rincón y cada latitud.
Volviendo a los copos de girasoles que caen del cielo, la tarde es amarilla, cientos de miles de pétalos revolotean en los techos, los adoquines de cada entrada desaparecieron, han sido tapados por una densa capa de pétalos, pétalos y más pétalos… o eran ceniza, de crematorios y cráneos usados en una larga escalinata en Polonia.
Era difícil hasta respirar, se necesitan caretas de gases lacrimógenos, todo parecían figuras extrañas, derritiéndose y en alguna casa de millonarios, tendrán desde temprano sirvientes barriendo y escudriñando cada rincón para eliminar los odiosos pétalos y el polen, debido al color constantemente eran picados por abejas que se confunden entre tanto esplender. Los ojos resueltos a anticipar cualquier movimiento de tan odiosos animales, y los patrones sentados a la sombra degustando un chocolate extranjero.
Que odioso tomar chocolate y ver morir la tarde, ver la ansiedad del sol, con su cronómetro de horas, volver a tomar chocolate, volver a perseguir la luna. Esperar algún que otro eclipse y dibujar en el cielo en la próxima navidad unas nubes, que recuerden algún ave pasajera, migratoria y que ayude a tomar chocolate, mientras afuera siguen cayendo millones de pétalos y abejas.

Eres consciente que si pasas por mi página y te gusta este tipo de escritura deja un pequeño comentario, seguro que me inspiro y escribo de una el Capítulo 3, deberias buscar el Capítulo 1 (Peligro de extinción) PD: Los girasoles (nieve o no) caen en los corazones de quienes se atreven a soñar en un mundo mejor.

Fuente

Chapter 2: Of sunflowers and bees and a strange smell of gunpowder.

Let's use all possible disadvantages, hunger may be, insomnia may be, let's exploit everything, wear dark colored socks and scarves, death is a fact, so let's bet everything for life, let's plant thousands of sunflowers, in the background a house and a bunch of cows grazing placidly, the cows have been put a system with an exhaust valve to capture all possible methane, they look like simple machines, with hundreds of wires and mechanisms inside.
Sunflowers can produce a highly commercial oil, but also ethanol and other things of little interest, but returning to the concept of the sunflower, it could be a Van Gogh painting, or serve for a poster in a small town office.
We can probe a part of the civilian population, perhaps some undocumented, at night they like to wander through the hundreds of thousands of sunflowers, looking for a promise of a better tomorrow, a sublime now, a sparkling desert. We are unprodigal children of mother earth, exiled in our own ideology.
Our children will know of great sacrifices, we are the workers, the blackish mass that extracts coal, bauxite, lithium, we pollute more, we resist less, and we go to the Zoos to see animals as captive and trained as we are.
The news only bring the smell of gunpowder and suits covered with blood, life is a sad trade of belonging, we fight under other people's ideas, other people's flags, other people's aspirations and deep down we are imperfect beings who know and understand all the evil that we are spreading. Perhaps civilization and countless offspring that we have spread to every corner and every latitude do not matter.
Back to the sunflower flakes falling from the sky, the afternoon is yellow, hundreds of thousands of petals flutter on the roofs, the cobblestones of every entrance disappeared, they have been covered by a dense layer of petals, petals and more petals... or they were ashes, from crematoria and skulls used in a long staircase in Poland.
It was difficult even to breathe, tear gas masks are needed, everything looked like strange figures, melting and in some millionaire's house, they will have from early morning servants sweeping and scrutinizing every corner to remove the hated petals and pollen, because of the color they were constantly stung by bees that are confused among so much splendor. The eyes determined to anticipate any movement of such hateful animals, and the patrons sitting in the shade tasting a foreign chocolate.
How hateful to drink chocolate and watch the afternoon die, to see the anxiety of the sun, with its chronometer of hours, to drink chocolate again, to chase the moon again. To wait for some eclipse or other and to draw clouds in the sky next Christmas that remind us of some passing migratory bird that helps us to drink chocolate, while outside millions of petals and bees continue to fall.

You are aware that if you pass by my page and you like this kind of writing leave a small comment, I'm sure I'll get inspired and write Chapter 3, you should look for Chapter 1 (Danger of extinction) PS: Sunflowers (snow or not) fall in the hearts of those who dare to dream of a better world.