El Sabio de los Regalos

Hace muchos años en un lejano lugar, habitó un sabio al que le gustaba mágicos regalos dar. Ninguno de sus aprendices entendían el porqué esto el hacía, pero preguntárselo era algo a lo que no se atrevían. Hasta que cierto día un nuevo discípulo de valor se armó y yendo a donde el sabio su duda aclaró.Todos pensaron que al sabio, esto le iba a molestar. Pero contrariamente, con amor comenzó a explicar:

¿Cuántas veces no hemos oído o dicho la frase “Quiero regalarle algo a esta persona pero no se qué” o “Le estoy guardando este regalo para una ocasión especial”. Y así se nos pasa la vida en la constante búsqueda o espera de un momento o un detalle “especial”?

Mis pequeños grandes discípulos, no pierdan el tiempo buscando o esperando algo especial. La vida es tan mágica que todo lo que buscamos lo tenemos al alcance de nuestras manos. Sólo hay que aprender a ver más allá de lo que nuestros ojos alcancen a visualizar. A recordar ese juego enseñado cuando niños en el que escondían un objeto mientras no veíamos y luego lo buscábamos en los rincones mas recónditos del lugar, para al final descubrir que muchas veces pasamos por su escondite y no lo conseguimos porque jamás imaginamos que estaba ahí.

Los obsequios no siempre tienen que ser cosas lujosas; inclusive los regalos con más lujos que podemos recibir o darle a una persona, es algo con valor significativo. Dar a algún objeto o una simple frase la cual para nosotros signifique mucho, es inmortalizar una pequeña parte especial de uno en la otra persona. Es como guardar nuestro propio tesoro en miles de capsulas del tiempo; pues nos queda la certeza de que al ser leído, visto o recordado, nuestro recuerdo estará presente en la mente de alguien que forma parte especial de nuestra historia de vida. Hay momentos en los que aunque no esperamos un regalo, termina siendo algo que sin duda necesitamos. Y es que siempre es bueno recibir detalles de nuestros seres queridos que nos recuerden nuestra importancia en su vida.

En la mayoría de las veces que sucede esto, siempre pensamos “cae como anillo al dedo” sin darnos cuenta que ahí se encuentra la magia visiblemente oculta de la vida; cuando menos lo esperas pero el universo sabe que más lo necesitas y premia tu paciencia y fortaleza con un regalo el cual termina siendo la gasolina y el nitro ideal para impulsar el vehículo de la lucha por tus sueños, logros, éxitos y felicidad.

Muchas veces la oscuridad de los obstáculos no nos permiten ver las pequeñas luciérnagas que están con nosotros; pero si dejamos que las lágrimas hagan su trabajo de limpiarnos el corazón y los ojos, empezaremos a ver todas y cada una de esas pequeñas lucecitas que aunque crean que no alumbran mucho, contradictoriamente en una profunda oscuridad, se hace más fuerte cualquier rayito de luz.

Y si revivimos antiguos tiempos en el que nos acostábamos y buscamos figuras en las estrellas, entonces veremos la pequeña gran señal de que las personas que marcan nuestra vida, sin importar las circunstancias, de ella jamás se irán.

FIN