Mi primer Crush | por @elvendork

in hive-168362 •  2 years ago 

No podía ver. Creo que es lo primero, y más importante que debo aclarar si voy a contar esta historia.

IMG_20221203_131749_298~2.jpg

imagen de mi popiedad

Vivíamos en una comunidad pequeña, al pie de una enorme montaña, aislados del bullicio de la ciudad y los complejos equipos tecnológicos. Los niños recibíamos educación desde casa un par de horas al día, para después dividirnos en las tareas diarias como ayudar a los adultos en la recolección de verduras, legumbres y frutas, sacar agua del pozo y suministrarla a cada hogar, bajar al rio con cestos de ropa para lavar, preparar las presas recién casadas… En fin, todo cuanto pudiesen hacer los niños menores de ocho años.

Para ese entonces, no se me permitía nada más allá de regar las plantas medicinales de los patios y alimentar a las gallinas desde la cerca. Es increíble como la ausencia de un sentido da por sentado que quedarás convaleciente de por vida; los adultos te trataban con sumo cuidado, susurraban o hablaban tan bajo como si temieran quitarme otro sentido si me ofendían; los niños eran un poco más evidentes, evitaban tratar conmigo como se evita un seguro azote de sus padres. Todos preferían ahorrarse el problema.

Bueno, al menos casi todos…

Zachary era el clásico chico renegado de la aldea; si le mandaban a cooperar en la lavandería, volvía empapado de pies a cabeza con una rojiza bofetada en la mandíbula; era el único que obligaba a las espantadas gallinas a huir más allá de los espesos matorrales, y el último en tocar su avena esa noche. El resto de chicos de la comunidad ya lo habían tachado como un blanco para molestar, pues sabían que a sus padres no agradaba y no recriminarían si confabulan en su contra, ello puso a Zachary en una situación poco favorable, en la que, en sus ratos libres las pasaba entre las ramas de un árbol o, me salía al paso, y acompañaba en silencio el resto del día.

-No creas que te sigo por gusto – me dijo una vez, mientras me ocupaba de lijar un estropeado arco de caza -. Hay infinidad de mejores cosas que tengo por hacer, pero no estoy de humor hoy, y, de casualidad, en el camino me topo contigo.

Era comprensible su posición defensiva; mostrar una pizca de debilidad en un entorno tan hostil, implicaría darles permiso de ser su objeto de burla y vergüenza, con la seguridad de que lo que digan y hagan le afectaría.

De súbito, se puso de pie.

-¡¿Q-Qué tienes en las manos?! – me encogí de hombros.

-Que no pueda ver no significa que no sepa manejar un cuchillo.

Sentí la mirada de Zachary taladrándome la cabeza, como si el concepto de pulir no estuviera en el rango de alcance de un ciego. Sin amedrentarme, proseguí en mi afán, hasta que él volvió a sentarse, con recelo, buscando alguna explicación lógica al tallar la madera. Estábamos detrás de una de las bodegas donde se almacenaban los trastos viejos o inservibles, un lugar que pocos suelen frecuentar por el olor a posta.
Después de unos minutos, se removió en su mismo sitio.

-¡Vaya! - suspiró -, y yo me consideraba fuera de lugar.

Como no recibió respuesta, continuó:

-¿No has pensado que no perteneces aquí? Que naciste para algo más grande que… limpiar estiércol con las manos y cortarte las manos para recoger la cosecha anual? Repetir la misma historia de tus abuelos, y que la próxima línea de tu familia haga lo mismo.

-Estoy bien dónde estoy.

-Claro que sí, porque te han criado para pensar que basta con aprender a hacer las cosas básicas por ti misma y sobrevivir hasta el día en que mueras. No esperan nada más.

No sé porqué, pero escucharlo decir lo que ya sabía, sacudió mi pecho más que cuando el pensamiento invadía mi cabeza. Me molesté.

-Yo, en cambio, sé que no me quedaré aquí a esperar el juicio final.

-¿Por qué? - arranqué una astilla, cuchillo alzado -. ¿Por qué puedes ver?

Sé lo ridículo que debe ser sentirse amenazado por un ciego, pero estaba armada. Incluso Zachary sabía el peligro de solo acercarse a la hoja. Pero él no se asustó, se rió, con suavidad, como si fuera una caricia en la espalda.

-No necesito ver para triunfar; tengo mi voz.

Me sentí confundida, no… más bien tonta, cuando me tiró del brazo para ir a un sitio más apartado.

-Te lo voy a mostrar.

Si yo me escondía detrás del almacén para pasar desapercibida, Zachary se deslizaba dentro de la casucha por uno de los tablones suelto para ensayar.

-Es complicado venir en el día por el barullo de los viejos y los animales; por eso aguardo al anochecer y me filtro mientras los demás duermen… CUIDADO CON LA PALA OXIDADA!

Quedé con el pie suspendido, y no solté el aire hasta que él me sentó en una vieja cubeta. No era un buen lugar para mí, con tantos objetos tirados y apilados con olor desvencijado. Era caluroso y asfixiante, pero resultaba ideal si no querías ser encontrado.

Zachary no sería el compañero ideal si debías preparar los alimentos, o tocaba pasar horas de pie enjabonando las sábanas. Era un chico enérgico enfocado en producir alegrías a través de sus palabras, a capturar las de alguien más. Podía emitir una nota tan alta que asustaba, o cantar tan bajito que solo yo podía oírlo. Era muy agradable.

-Cuando mis pulmones no dan para más, me concentró en emular la letra saliendo de mis labios e imagino el vibrato que podría conseguir. ¿Te muestro?

A sabiendas que no podía verlo, juntaba su nariz a la mía de manera casual, y con un cosquilleo en las manos, percibía el aroma a duraznos de su pelo hasta que apartaba la mirada, y preguntaba si había podido escuchar algún sonido.

Pasé de sentarme apartada durante el almuerzo, a hacerme un sitio a su lado para comer y charlar de cualquier cosa trivial. Ya no era solo yo y mi solitaria tarea para la supervivencia, estaba con "Zack", cómo quería que lo conocieran en el mundo de la farándula (lo que eso significase), paseando, jugando o solo mirando al cielo; aunque, en realidad, en eso último, me ocupaba de controlar los latidos incesantes de mi corazón.

Me sentía confundida, y a la vez abrumada, durante las horas compartidas; el corazón se aceleraba, y las manos me sudaban más de lo usual cuando Zack las tocaba para seguir una tonada que se le vino a la cabeza. El cumulo de nervios en las mejillas me producía a veces tal cosquilleo que en medio de su letargo discurso sobre las cosas que haría cuando una agencia lo contratase.

-¿Qué te pasa? Estás actuando raro… otra vez.

Me di cuenta esa noche que era causa de él, sentirme enferma y fascinada a la vez.

-Pero no sé lo diré… - me juré, enterrandome en la colcha, y sintiendo de nuevo la cara arder.

Me era suficiente con tenerlo cerca y que no me fuera indiferente. Temía lo que pudiera pasar con nuestra amistad, si se diera cuenta del creciente enamoramiento que empezaba a surgir en mí.


Esa fue mi historia por hoy. Fue un placer participar en este concurso.

Authors get paid when people like you upvote their post.
If you enjoyed what you read here, create your account today and start earning FREE STEEM!
Sort Order:  

Thanks for participation.

DescriptionInformation
Verified User
#steemexlusive
Plagiarism Free
Bot Free
300+ Words
Club StatusX
Feedback / Note
  • There is nothing we appreciate more than the way you share your activities here and always make posts within the Steem India community consistently. We would like to express our gratitude to you for this.

Regards
@dove11 (Moderator)
India Speaks - @indiaspeaks