Concurso: euforia por las historias | Por eso lo amaba

in hive-173434 •  2 years ago  (edited)

Hola! Aquí de nuevo, en un concurso de @vivigibelis que empezaré YA MISMO redactando una apasionada historia, por eso invito a la dinámica a @genomil, @lupega y @solperez. Aquí está el link

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Separamos nuestras bocas, con los labios ligeramente abiertos y las narices tan juntas como nuestros cuerpos. Su aliento cálido mandó una corriente electrizante en mi piel sonrojada, ansiosa por su tacto.

-¿De verdad tienes que irte? - pregunté, con dedos inquietos retorciendo su bufanda. La bufanda que le había hecho la navidad pasada.

Sentí la palma de su mano pasar superficialmente de mi coronilla, a envolver con uno de sus delicados dedos un mechón de pelo y colocarlo detrás de mi oreja; las yemas de sus dedos se deslizaron hasta mi mejilla, tornando la piel bajo ellos rosada.

-Debo hacerlo… - repuso, sin enojarse, sus ojos mirando directo a los míos -, si quiero verte el año que viene.

Sujetó con dulzura mi rostro, y se acercó para plantarme otro delicado beso, el cuál correspondí y alargué. Todavía era algo torpe con el contacto, pero no me molestaba; era ese tipo de encanto permanente que me hacía fundirme en sus brazos como chocolate caliente.

-¿Está bien que sigas estando conmigo? - le dije por fin, dubitativa, rompiendo el abrazo en el que nos habíamos envuelto apenas nos vimos.

-No habrá problema, mientras el agente sepa dónde estoy.

Y, como era costumbre, sin dejar su mano abandonar mi codo, extrajo de su saco un teléfono de mediana calidad, y revisó el buzón de mensajes con ávidos ojos verdes. Escondí mis labios y aparté la mirada; la culpa me carcomía.

Cuando Zachary me dijo que había regresado a la ciudad tras 8 meses de ausencia, la fiebre de la emoción de volver a verlo había subido tanto, que cuando nos vimos por fin cara a cara, me lancé a sus brazos sin más deseo que besarle y recordar la calidez que emanaba.

Pero el momento feliz ya había pasado. De pie, frente a frente, envueltos en nuestra ropa de invierno, bajo la luz menguante del farol del parque donde en primavera confesamos los sentimientos del uno por el otro, debía poner a prueba los mismos sentimientos. Ahora.

-¿Qué pasa? - notó la arruga en mi frente. No le gustaba cuando se formaba la arruga en mi frente.

Tomé aire.

-¿Es cierto que… que si te va bien en Chile, viajarás inmediatamente a Buenos Aires y pasarás a hacer una audición para la Universidad de Artes para unirte al programa de becados?

Su boca se abrió y cerró, buscando la palabras acertadas.

-¿Quién te dijo eso?

-¿Entonces es cierto?

Fue su turno de apartar la mirada, hacia un muñeco de nieve tras la cerca era armado por un perrito. Humedeció sus labios; hizo ademán de tomar mis manos entre las suyas, pero las hundí dentro de mi propia chaqueta.

-Era un secreto - acabó por decir.

-No es tan secreto si Zoe es tu agente y amiga de mi mamá.

-Es cierto.

Ladeó la cabeza, derrotado. Era muy malo para mentir; esa fue otra de las cosas que me enamoró de él: sus pies jugueteando con el piso mientras sus mejillas se inflaban de impaciencia; hacía caras adorables cuando descubrían sus secretos.

-No quería preocuparte y no era seguro…

-¿Esperabas decirme cuando tuvieras un pie en el avión?

-N-No! Es solo que…

Otra vez en el mismo punto. La idea lleva rondando en mi cabeza por semanas, desde que su agente, Zoe, hizo mención de que Zachary tenía más potencial del que imagino, pero era necesario pulir su talento con los mejores instructores, y que el mismo Zack, se centrará, respirara, y pensara solo en la música. Cero distracciones; y yo era una muy grande distracción.

Zachary se había esforzado más que nadie en su familia para sacar adelante su proyecto de ser músico; desde niños, yo procuraba asistir a todas sus presentaciones y apoyarlo en sus viajes, pero de un tiempo para acá, tras su participación en un programa de talentos el año anterior, pensar en una salida me hacía contemplar la posibilidad de que no fue el mejor momento para iniciar una relación. No iba a dañar por lo que tanto luchó.

-Escucha, Zachary, cuando te pregunté si estaba bien que siguieras conmigo… yo-

-No quería hacer esto así…

Me mordí la lengua. "Vaya, así que habíamos pensado lo mismo". Mis manos empezaron a sudar y las piernas se sintieron como gelatina, blandas e inestables. Sentía más nítido el frío invierno que me rodeaba. Traté de ordenar mi tren de pensamientos; debía decir algo lógico, pero sin sonar insensible por nuestra ruptura.

-Oye, Zack… ¿Zack?

Pero ahora, se hallaba en el suelo, con una rodilla apoyada en la nieve y la otra hacia arriba, sacando del bolsillo del pantalón una cajita del tamaño de una pelota de golf. Su rostro, nervioso y amable, salpicado de rojo hasta los oídos, intentaba recitar las mismas palabras que había ensayado en su habitación. Sonrío.

-¿Sería injusto de mi parte, pedirte que me esperes un poco más sin darte ninguna seguridad, verdad?

Las lágrimas acumuladas empaparon mis mejillas, y el nudo en la garganta que me impidió gritar quebró mi corazón. Zachary saltó, alarmado, porque la piedra del anillo no me había gustado. Por eso lo elegí a él, porque cuando se presentaban está clase de eventualidades, Zachary sabía sacar más coraje que yo. Sabía cómo hacerme reír. Por eso lo amaba.

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Awww amé ese final jeje por un momento pensé que en verdad todo se iba a terminar entre ellos ¡que susto! pero me alegra que su amor fuera real y superara cualquier obstáculo. Cuando el amor es verdadero, es así, sin egoismos y siempre pensando en lo mejor para el ser amado ¡Que tengas éxito en el concurso!

Jsjsjs que bueno que disfrutaste la historias y te pasaste a comentar! Me gustó mucho escribir está clase de drama que estruja el corazón del lector.

Gracias por los ánimos!

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