Todos los niños hacen travesuras, pero muchas veces esas travesuras nos causan mucha risa, lo importante es explicarle al niño lo que está bien y lo que está mal. Salí a comprar algunas cosas que necesitaba y le compré a mi hijo un chupeta, cuando llegué a casa se lo di y estaba emocionado, después de un rato escuché un ruido y fui a ver que estaba pasando, me sorprendió ver la puerta de la habitación cerrada, lo cual él nunca hace, así que abrí la puerta y lo encontré llorando, le pregunté qué estaba pasando y me dijo que no podía sacar eso de su cabeza.
Resulta que mi hijo se pegó la goma de mascar de la chupeta en la cabeza, me dio muchas risas y salí de la habitación, llamé a mi esposo para que lo revisara bien, lo regañó, agarró una tijera y se cortó el cabello donde estaba la goma. Comencé a reír más, después de calmarme le dije que el chicle se masticaba y luego se tiraba a la basura.
Como era muy tarde, al día siguiente tuvimos que llevarlo al barbero para que lo afeitara. Muchos de nosotros aprendemos de los errores, y aunque es muy pequeño, espero que también aprenda.