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Un deslave generado por torrenciales aguaceros arrasó el pueblo de Tovar, en los Andes de Venezuela, y lo dejó sumergido entre peñascos, troncos y lodo. La tregua fue de tres días: volvió la lluvia y, con ella, el temor entre los pobladores, así como calles y casas cubiertas de nuevo por el barro.Este fue uno de los tres municipios del estado Mérida (oeste del país) azotados por los aguaceros que arreciaron durante el último lunes y dejaron un total de 20 muertos con 17 desaparecidos.
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El panorama es desolador. Un barro ya compacto cubre casi la totalidad de una casa. Apenas se logra apreciar el dintel del umbral de la puerta: en el muro, un escudo de Venezuela en cerámica.
De lejos se aprecian las pequeñas casas de techos de tejas al frente de un río donde antes estaba la calle, ahora hay troncos, ramas y rocas por doquier, destacó un informe de AFP.
“Por el olor que emana puede que haya gente allá dentro”, dijo un rescatista al apuntar a una vivienda enterrada.
El Gobierno de Nicolás Maduro contabilizó 88 municipios afectados desde que iniciaron las lluvias, de los 335 que tiene el país.
Informó que el Distrito Capital y los estados Amazonas, Anzoátegui, Apure, Barinas y Carabobo han sido de los que más daños presentaron.
También se han registrado incidencias en Cojedes, Delta Amacuro, Falcón, Guárico, Vargas, Lara, Mérida, Miranda, Monagas, Nueva Esparta, Sucre, Táchira, Trujillo, Yaracuy y Zulia.