Un cordial saludo, estimados amigos.
Hoy me desperté a las 7 de la mañana, como hago todos los días. Agradecí a Dios por un nuevo día de vida. Luego, fui al baño, me di una ducha, me cepillé los dientes y salí al patio a regar mis plantas. Noté que necesitaba una manguera más larga, así que le comenté a mi hijo que hoy resolveríamos ese inconveniente.
Mi hija había preparado el desayuno y me llamó a la mesa. Disfruté de una deliciosa arepa asada con perico y un pedazo de queso, además de una taza de café que nunca puede faltar.
Terminé de desayunar, así que decidí dedicar la mañana a preparar el sistema de riego para que mis plantas reciban agua con regularidad y así mantengan sus hermosas flores. Mi hijo tomó el palín y comenzó a hacer los agujeros, mientras estiraba la manguera hasta alcanzar la longitud necesaria para enterrarla adecuadamente.
Instalamos aproximadamente 20 metros de manguera, lo que permitió cubrir toda el área necesaria para el riego de mis plantas.
Al finalizar, estábamos un poco cansados, así que decidí sentarme un rato en el lugar donde se sentó mi esposo para compartir un momento juntos.
Una de las situaciones que me generó cierta incomodidad fue la falta de agua desde la mañana, lo cual me impidió verificar el resultado de la instalación de plomería. Al llegar las 6 de la tarde, aún no había suministro de agua. Mi hija me informó que saldría a hacer algunas compras, por lo que me quedé cuidando a mi nieto hasta su regreso a las 6:30. Para añadir a la complicación, se fue la luz, lo que resultó en un día sin agua y sin electricidad. Así terminó mi jornada, mis queridos amigos.
Todas las imágenes fueron capturadas con mi Infinity 11.