DE PÍNDARO
Un amigo me decía: “Edixon cuando vas a comenzar a
pensar tus propias cosas”. Eso fue hace tiempo, en
Caracas, donde estaba estudiando matemáticas.
Realmente uno no sabe cuando se le va a prender la
llama de la creación. Sin embargo, todo en esta vida
es ganancia y principalmente si has vivido a plenitud
los instantes, como esa de escuchar la melodía de los
pájaros, en una sagrada montaña poblada de eucaliptos;
lo que me llevó a dudar de la existencia de las melodías
superiores y aún no escuchadas a la que alude
nostálgicamente el poeta Keats. La poesía es mi llama,
la descubrí a través de un poema de Píndaro, que
mi profesora de liceo leía como si estuviera inventando
el Génesis: “Ser de un día, ¿qué es uno? Pero ¿y uno qué
no es? Sueño de las sombras son los hombres”
DE HUMBERTO ECO
Escuchar a Humberto Eco, crítico y creador excepcional,
en una entrevista por allá en los años noventa y en su
idioma natal, a saber el italiano era una delicia. Y aunque
no manejábamos este idioma, nos ocurría como a H. A.
Murena, quien confesó que, una vez escuchando a
un cantante oriental, siendo un ignorante completo del
idioma, era la belleza del canto que engarzaba el lenguaje
lo que lo elevaba a la comprensión de esta forma de
expresar la esencia del universo. Curiosamente, un traductor
nos remitía a las frases de Eco; pero lo que traducía, no
tenía el peso de las ideas literarias del autor. Y no nos
equivocábamos, de pronto Eco lo interrumpe y le dice, que
él no estaba diciendo tales cosas, y la entrevista termina
en un puro lenguaje heredero del renacimiento.
TERESA BERGANZA
Me encuentro de pronto en una realidad inesperada, sentado en
un palco en el teatro municipal de Río y ante mis ojos, Teresa
Berganza la célebre mezzosoprano; y aunque está en el ocaso
de su carrera, ya de voz poco brillante, el repertorio de música
alemana, italiana y española que ejecuta, bien vale la pena.
“La vida yace en varios sueños” es un lema que me marca.
A lo mejor su presencia sólo un sueño prolongado es.