EL CERO QUE TODO LO PUEDE
El cero que todo lo puede tiene en el arte una afín contrapartida, porque
como intuyera Dieter Jahnig; si este significa crear lo que existe como lo
que a veces falta, tanto lo que purifica como lo que desata, tanto lo que
fortifica como lo que extasía; el cero es el cardinal de Dios, su vacuidad y
por lo tanto su existencia. En el principio todo era oscuro e informe dice
el Génesis. En parte esto aclara el terror a la página en blanco, al lienzo
vacío, a la partitura inconclusa y a la forma inexistente.