Antes de poder comenzar a planificar, es importante que la gerencia y los empleados determinen su propia situación financiera. Cuando el estado financiero de la empresa está bajo control, se pueden alinear mejor los recursos necesarios para la misma. Antes de crear un plan financiero, la gerencia también debe conocer tanto sus necesidades como sus ingresos futuros. Si la organización se enfrenta a un déficit a corto plazo o cualquier tipo de fluctuación en sus ingresos, un plan financiero puede no ser necesario.
La efectividad general de una empresa está directamente relacionada con su capacidad para manejar todas sus responsabilidades monetarias, y un buen plan es un factor importante para aumentar dicha capacidad. La capacidad de gestionar las responsabilidades económicas de manera efectiva es un elemento esencial de una empresa sólida. Por esta razón, cualquier compañía con un plan que se haya desarrollado e implementado puede ofrecer a sus clientes un flujo de negocios sin problemas.
La administración de la empresa, también tiene la capacidad de alterar o modificar el alcance de la planificación financiera; una vez que el plan está definido. Un buen plan permite a la gerencia tomar decisiones acertadas con respecto a proyectos clave, decisiones sobre la contratación y el empleo de personal e incluso la asignación de recursos. Los cambios oportunos en la planificación impactan positivamente la productividad y la reducción de los costos.
publicado por @trabajosdelsiglo