La última cena o sagrada cena son denominaciones convencionales de un episodio evangélico y un tema artístico muy representado en el arte cristiano. Fue la última ocasión en la que Jesús de Nazaret se reunió con sus discípulos (los doce apóstoles) para compartir el pan y el vino antes de su muerte.
Entre los hechos que se incluyen en la narración de este episodio están el lavatorio (Cristo lavó los pies de los apóstoles) y dos profecías de Cristo, que se cumplieron en las horas inmediatas: la traición de Judas y la negación de Pedro. También se enuncia el denominado mandamiento del amor (amaos los unos a los otros como yo los he amado) y otras frases de Cristo de menos evidente interpretación, que dieron origen a la teoría política medieval de las dos espadas.
Algunas supersticiones populares (derramar sal, triscaidecafobia) tienen origen en lo narrado en este episodio evangélico.
Tras la cena, Cristo y once de los apóstoles (todos menos Judas) salieron de la ciudad de Jerusalén, produciéndose los siguientes episodios que inician la Pasión (la oración del huerto de los olivos y el prendimiento).
Muchas denominaciones cristianas clasifican como un sacramento el consagrar el pan y el vino y participar en su distribución entre los fieles. Este rito, conocido como eucaristía se realiza de forma semanal, mensual o anual, dependiendo del tipo de credo. Algunas iglesias protestantes (aunque no todas) prefieren llamarlo ordenanza, y lo ven no como un canal específico de gracia divina sino como una expresión de fe y de obediencia a Cristo.