Este año ha sido un año difícil en muchos aspectos. Sin embargo, lo más duro sin duda ha sido el accidente de mi abuela, quien se lastimo el brazo, perdiendo muchísma movilidad en el mismo, al caerse cuando iba, con mi madre, al oftalmólogo a hacerse un chequeo de la vista, pues ya está teniendo problemas con ella debido a la edad. Ha sido un año donde mi madre ha estado yendo y viniendo a hospitales; buscando ayudas en la alcaldía debido a que, como muchas personas en mi país, le es imposible costear los altos precios de los hospitales.
SIN EMBARGO, mi mamá me propuso desde hace meses la idea de que entre los dos compráramos los ingredientes para prepararle una torta (pastel) de cumpleaños; cosa que hicimos.
Hace unos días llegó su cumpleaños y mi mamá le preparó la torta.
Avisamos a mis tíos y primos para que llegaran de sorpresa, pues ya teníamos años que no celebrábamos el cumpleaños de mi abuela en familia.
Para mí es un placer poder decir que vi a mi abuela bastante feliz en su día. Fue bastante placentero verla llorar de emoción al ver a su familia reunida, de poder ver a todos compartir con ella y que todo haya salido tan bien como podía salir. Sin lugar a dudas, es un placer que me llena cada vez que sé que mi abuela está feliz, que no está preocupada y que no la veo decaída. Estoy feliz de ver que el tiempo va pasando y que su brazo va mejorando. Cada día le veo mejor semblante.