Recuerdo un tiempo hermoso, en Mérida, la ciudad de los caballeros como se conoce en mi país en donde se acostumbraba a realizar la Escuela Venezolana de Matemáticas (EVM), allí pasábamos una semana muy agradable compartiendo con algunos expertos de Venezuela y de otros países, se realizaban toda la semana, ponencias, cursos y charlas, y en las noches salíamos a conocer la ciudad, recuerdo que siempre en la escuela dejaban los miércoles en la tardes libres para conocer y en general se visitaba el pico Bolívar, con una elevación de 4.978 m, este viaje se divide en estaciones cuando se sube en carro y una en particular, en donde me tome esta foto con un perro Mucuchies me encanta.

Ellos son muy particulares y hermosos pertenecen a esta región de Venezuela, pues les encanta el clima muy frío, además son muy amistosos.

Los cursos a veces eran muy pesados, pero no olvidaré a una profesora muy dedicada, que una vez comento que había que dejar tiempo para oler las rosas, para mi las visitas a la escuela era como oler las rosas, desde antes de mi grado académico, incluso después procuré asistir a la escuela hasta que dejó de realizarse en el 2018.

Esta ciudad es encantadora y las personas muy amables, si el Señor me lo permite espero volver a una EVM nuevamente y a mi amada Mérida.