Descubrí cómo ser un súper humano

En Krypton nació con gran esplendor,
pero el destino lo trajo al calor,
de un mundo frágil, tierra y sol,
donde halló fuerza y puro amor.

Clark Kent vivía en sombras, callado,
más Lois Lane, de espíritu alado,
con su coraje y mente afilada,
veía más allá de su mirada.

Él la salvaba de llamas y abismos,
ella en su pluma forjaba heroísmos.
Entre secretos y dulces miradas,
sus corazones fueron moradas.

De acero su piel, su amor de verdad,
en Lois encontró su humanidad.
No era su fuerza lo que la ataba,
sino su alma, que nunca dudaba.

Juntos volaban entre los cielos,
desafiando todo recelo.
No era un dios, ni ella tan frágil,
eran dos almas en la misma página.

Y así en el viento sus nombres quedaron,
Superman y Lois, por siempre abrazados.

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