Lo que ignoramos: Primera parte.
“Yo solo sé que no sé nada”: esta frase paradójica fue la punzante defensa que, según registró Platón, Sócrates (470-399 a.C.), el filósofo griego, pronunció al ser condenado a muerte para evidenciar que los sofistas y religiosos contemporáneos a su tiempo no tenían autoridad para juzgarle, pues todos tenemos cierto grado de ignorancia y para progresar en el conocimiento debemos aceptar este hecho con humildad. Según mi criterio, éste lema encierra implícita una verdad fundamental. Ya explico el por qué.
Desde que la humanidad comenzó a cuestionarse su origen y la razón de su presencia en el Cosmos, ha buscado diversas explicaciones para justificar su existencia a través de múltiples teorías. Entre ellas, los mitos religiosos que narraban la creación del mundo, el hombre, el Sol y la Luna.
Para llegar a estas conclusiones, se basaban en la interpretación de los fenómenos astrológicos que presenciaban en su día a día, como lo son los ciclos lunares y solares. Cabe destacar que, en el presente sabemos que muchos de sus razonamientos eran erróneos y plagados de superstición, según los criterios científicos actuales.
Sin embargo, no debemos juzgarlos con tanta severidad; sus deducciones dependían de la información a la que tenían acceso. Las nuestras, por otro lado, se han visto favorecidas por los logros científicos e intelectuales de los personajes históricos que realizaron descubrimientos en épocas anteriores y, por medio de los mismos, configuraron nuestro modo de interpretar la realidad.
Aun con todo lo que hemos avanzado en el área del conocimiento, tenemos certeza de que ignoramos la mayor parte de la forma en que funciona el Universo. Esto es debido a, en primer lugar, nuestros limitados sentidos que dejan escapar los datos no imprescindibles para nuestra supervivencia inmediata (por razones de economía) y, en segundo lugar, a no contar con herramientas de medición que no alberguen error alguno al cuantificar las propiedades del Universo (tan poco probable como la existencia de un móvil perpetuo).
Hay teorías científicas que exponen sobre cuánto desconocemos y por qué algunas de estas cuestiones escaparán siempre de nuestras certezas; más adelante pienso retomar el tema por esa línea argumental, pero por el momento me siento en la necesidad de afirmar que: El progreso intelectual requiere que cuestionemos nuestros dogmas y tradiciones, partiendo del hecho de que no sabemos nada, para replantearnos el modo en que funciona todo.
Renny González
Anzoátegui - Venezuela
PD: perdónenme la extensión del escrito.
Esta es una explicación muy resumida. Lo antes expuesto habla específicamente de un periodo posterior a el descubrimiento de la agricultura.
What we ignore: Part One.
"I only know that I know nothing": this paradoxical phrase was the stinging defense that, according to Plato recorded, Socrates (470-399 BC), the Greek philosopher, pronounced when he was sentenced to death to show that contemporary sophists and religious men His time had no authority to judge him, for we all have a certain degree of ignorance and to progress in knowledge we must accept this fact with humility. In my opinion, this motto contains an implicit fundamental truth. I already explain why.
Since humanity began to question its origin and the reason for its presence in the Cosmos, it has sought various explanations to justify its existence through multiple theories. Among them, the religious myths that narrated the creation of the world, man, the Sun and the Moon.
To reach these conclusions, they were based on the interpretation of the astrological phenomena that they witnessed in their day to day, such as the lunar and solar cycles. It should be noted that, at present, we know that many of his reasoning was erroneous and full of superstition, according to current scientific criteria.
However, we should not judge them so harshly; their deductions depended on the information they had access to. Ours, on the other hand, have been favored by the scientific and intellectual achievements of historical figures who made discoveries in earlier times and, through them, shaped our way of interpreting reality.
Even with all that we have advanced in the area of knowledge, we are certain that we are ignorant of most of the way the Universe works. This is due, firstly, to our limited senses that miss data that are not essential for our immediate survival (for reasons of economy) and, secondly, to not having measurement tools that do not harbor any error when quantifying the data. properties of the Universe (as unlikely as the existence of a perpetual mobile).
There are scientific theories that expose on how much we do not know and why some of these questions will always escape our certainties; Later on I intend to return to the topic along that line of argument, but for the moment I feel the need to affirm that: Intellectual progress requires that we question our dogmas and traditions, starting from the fact that we know nothing, to rethink the way in which everything works.
Renny gonzalez
Anzoátegui - Venezuela
PS: forgive me the length of the letter.
This is a very summary explanation. The foregoing speaks specifically of a period after the discovery of agriculture.