Querido diario, hoy amanecí como todos los días dándole gracias a Dios y al universo por un día más de vida.
Después de levantarme cada dos horas a amamantar a mi bebé, llegan las 5 am donde termina mi jornada de descanso, “el deber llama” pues a lo lejos escucho nuevamente el llanto de mi bebé, quisiera creer que estoy soñando, para seguir durmiendo, pero no, es mi realidad y debo enfrentarla. Al ver la cara de mi pequeño olvido mi agotamiento y mientras lo amamanto admirando su ternura, hago mis oraciones de agradecimiento por un nuevo día, que termino con mis palabras mágicas “estoy preparada para recibir los regalos maravillosos que el universo tiene el día de hoy preparados para mi”.
Cuando escucho que abren la puerta con mucho cuidado, es mi esposo con una rica taza de café, cabe destacar que por ser andino, prepara el mejor café del mundo. Meto al bebé con mucho cuidado en su cuna y salgo a degustar el café en mi pequeño jardín, mientras riego mis plantas floreadas. Amo estar en contacto con la naturaleza y respirar aire puro.
Luego de darme una ducha, me siento a desayunar junto a mi hijo Matias y mi esposo. Mi esposo se despide para ir a trabajar, mientras yo quedo en casa en mi vida caoticamente hermosa lidiando con mis dos pequeños Matias de 6 años y Lukas de 2 meses.
Mientras Lukas duerme me siento con Matías a repasar las lecturas y hacer ejercicio de pre escritura, pues ya fue promovido a primer grado. Lukas despierta para ser amamantado mientras Matías realiza sus actividades. Y así pasó la mañana.
Llegaron las 11 am, preparó unas hamburguesas ricas para complacer a mi niño, lavo y tiendo algo de ropa y ordeno la casa, estoy algo estresada pues mi bebé no tarda en despertar … uff ya estoy súper agotada y apenas es medio día.
Baño a los niños, me siento a tomar mi rico almuerzo en compañía de mis pequeños y así llegan las 2 p.m., me dispongo a tomar una siesta, lo cual me es imposible, pues mi travieso Matías está súper cargado de energías, el desea que lo acompañe a jugar a las escondidas y yo solo deseo dormir… negocie con él hacer algo más tranquilo, así que coloque su película favorita para mantenerlo quito mientras papi, regresa del trabajo.
Son las 3:30pm al fin regreso mi esposo del trabajo, Matias lo recibe con gran emoción y, a pesar que ya son casi 20 años juntos, aún siento mariposas en el estómago al verlo llegar, además siento un gran alivio pues ahora mi carga es compartida.
Pase una tarde lluviosa compartiendo un rico café, mientras conversamos sobre nuestros nuevos proyectos, junnto a mis don hermosos hijos.
Al final del día, quise sentarme a quejar por mi agotado día, pero luego recordé que tengo dos sanos y hermosos hijos que son la alegría de mi hogar, un esposo amoroso que es mi gran apoyo, un techo que me protege de la tempestad, entonces regrese a mi punto de partida del día … Gracias Dios! Gracias universo! Por todo lo que tengo, y lo que esta por venir.
Aunque tú día a día te parezca duro, tomate un tiempo para respirar y encontrarás un motivo para resistir.
Todas las fotos aqui mostradas son propias tomadas de mi Samsung Galaxy A10e