Después de una mañana lluviosa, la tarde arrancó bastante calurosa y yo, después de almorzar, me dispuse a prepararme para ir a dar discipulado a unos hermanos de nuestra congregación. En el camino, se encuentran varias matas de mapurite y mí esposa me pidió que pasara recogiendo algunas hojas, lo cual, en efecto hice.

El "anamú" es una planta muy efectiva para varias cosas: anticoagulante, antigripal, antiespasmódica, diurética y pare usted de contar...nosotros la tomamos mucho y ha sido de bendición para nuestra salud. Tanto el olor como el sabor son un poco desagradables pero es altamente efectivo, generando en el organismo respuestas rápidas.

Alcanzado mí primer objetivo, procedí a tomar un atajo para llegar más rápido al lugar donde tenía que dar la clase. Es un lugar llamado "El Calvario", ya podrán ver ustedes porqué. Es muy frecuentado por personas de la localidad para hacer ejercicios, otras tomando fotos, etc.

Allí quedan parte de las ruinas de lo que se dice era una especie de capilla y en donde el jefe realista José Tomás Boves, "némesis" de Simón Bolívar, varias veces estuvo escondido para luego escapar por un túnel que, aparentemente, sale a un sector cercano de esta misma localidad pero a varios kilómetros.

Finalmente, ya en casa de los hermanos, me dispuse a tomar un poco de agua y relajarme un poco mientras llegaban los que faltaban. Como verán, en ese corto espacio de tiempo, ya mi cara quedó enrojecida...y eso que no soy muy blanquito que se diga. 😂😂😂

Ahora si, manos a la obra, me dispuse a empezar mí clase aunque el calor ya estaba sofocando la sala. Todo fluyó maravillosamente bien, gracias a Dios, aunque no pude completar la lección porque tuve que detenerme en varias explicaciones necesarias.

Una vez finalizada la sesión, me dispuse a tomar la respectiva foto y a bajar hacia la parada de los carritos por puestos. Como no es muy lejos, pero tampoco muy cerca (😂) apuré el paso a ver si agarraba el carro que queda de guardia y además el tiempo se estaba enfriando otra vez.

De camino, aunque iba algo apurado por las circunstancias ya descritas en el párrafo anterior, vi a un vendedor de churros y como a mí esposa y a nuestras hijas les gusta mucho, me paré un momentico para comprarles algunos. A ninguno de los cuatro nos gustó mucho porque tenían un sabor algo extraño, cómo a aceite viejo.

¡Y así terminó mí día, llegando en paz y bendición a mí hogar, gracias a Dios, donde me esperaba un rico cafecito con leche! Buena cosa es estar casado 😂😂😂