Días de mayo
¿Algo difícil era imaginar la reacción de mi mamá a lo que se enterará de que había quedado embarazada, y bastante que me lo había dicho “Cuidado con una vaina” pero no lo pude ocultar por mucho tiempo al tercer día vomitando me preguntó? Tú está preñada y le respondí sí, ella no me respondió nada, en todo el día no me habló, después que asimiló la noticia al otro día me dijo que no le fuera hacer público aún hasta que me casará.
Hay muchas cosas difíciles, sobre todo el miedo que tenemos, en hacer algo que pueda perjudicar a nuestro bebé y la pregunta constante si lo estamos haciendo bien o no
Otra cosa difícil son lidiar con las opiniones de todas las madres, la abuela, tía y todo aquel que quiera dar su punto de vista, y al final no sabemos a quién hacer caso.
Es el sentimiento de amor más puro que puede existir, tener en brazos ese pequeño ser que llevaste por tanto tiempo en vientre y por fin lo puedes conocer, el momento más feliz de la vida, todo esto es cierto, y es por eso que olvidamos tan rápido los fuertes dolores que sufrimos.
Desde que supe que estaba embarazada le pedí a Dios que fuera su decisión de como iba a nacer mi hija, solo le pedí que fuera lo más fácil y menos doloroso para mí y él obró y mi hija fue por parto natural.
Recuerdo una noche que estaba alistando todo para ir al día siguiente a mi última consulta con la ginecóloga, ya estaba entrando a la última semana, pero al ir al baño noto mi ropa interior manchada, me preocupe tanto y tenía mucho miedo, le escribí a mi hermana quien estudiaba medicina y ella me respondió que era anormal, que seguro ya iba a entrar a labor de parto.
Me preguntó si tenía dolor de vientre y yo le dije que sí, pero muy leve y eran cada cuantos minutos, me respondió que apenas estaba comenzando, me envió a dormir para que mañana fuera al hospital.
Como si fuera tan fácil dormir con los nervios de puntas, aunque los dolores eran muy leve yo no pegue el ojo en toda la noche, al despertar alistamos todo y nos fuimos al hospital.
En el hospital aún no tenía tanto dolor, ya estaba más tranquila y con mucha hambre, aunque algunas embarazadas le dicen que no coman, yo sí me comí un rico sándwich con jugo. Minutos después me dejan en sala de parto y me inyectan para acelerar las contracciones.
Fue horrible cuando las contracciones fueron más fuertes y seguidas, hubo un momento que llore y que pensé que me iba a morir del dolor, los doctores pasaban y median y solo decían que aún faltaban.
Recuerdo que el doctor que me atendió en el parto era un colombiano y poco empático, tanto conmigo como con las otras chicas que estaban en la misma que yo.
Había una chica que gritaba mucho del dolor y le decía cállate que tu té buscaste eso, yo seguía en mi cama retorciéndome hasta que por fin alguien se me acercó y dijo ya está dilatando lo suficiente, allí me pasaron al burro y me abrieron, el doctor decía puja, puja y yo lo hice a la tercera ella salió y el dolor tan horrible desapareció, a ella se la llevaron mientras me agarraban puntos.
Dure casi 2 horas en el pasillo de espera en una cama, sin dejarme ver a nadie, hasta que por fin me pasaron al cuarto y tuve a mi bebé en brazos quien lloraba por teta.
Si por supuesto, en algún momento lo he sentido especialmente cuando mi bebé era más pequeña y demandaba mucha más atención, las veces que se enfermaba.
Fueron muchas noches de desvelo por gripes y fiebres, o cuando le daban dolores cólicos y lo único que hacía era llorar, siempre respiraba profundo y me decía a mí misma que si podía, que sí lo estaba haciendo bien.
El mayor desafío sin duda alguna fue al momento de amamantar a mi hija, recuerdo que durante el embarazo yo había decidido darle lactancia materna exclusiva a mi hija; sin embargo, la primera noche con ella en el mismo hospital no aguante ni el dolor y las largas horas que debía estar pegada en la teta porque mi bebé nunca se llenaba
Al día siguiente envié a comprar fórmula, pasamos por varias marcas hasta llegar a una que si le cayó bien a mi hija; sin embargo, segura dando leche materna, los senos se me llegaron a romper, hacer costra y volver a romper ese proceso no lo aguante y decidí quitarle la leche materna. Es por eso que admiro a toda mujer que dar lactancia materna exclusiva porque sé lo doloroso y complicado que llega hacer.
Actualmente, me encuentro en otro desafío complicado que es darle más liberta a mi hija de 10 años de edad, para que haga las cosas por sí sola, y tenga más autonomía.
Que vaya de un lugar a otro, sola, a mí me da temor y terror de solo pensarlo, aquí donde vivimos todos los niños de su edad van a la bodega y hacen los mandados solos, así mismo se van y vienen a la escuela y yo aún la llevo de la mano.
Hoy nos pasó que fuimos a sacarle la cédula de identificación y a mí ni a su papá nos dejaron pasar, ella hizo su trámite sola 🥹 y yo estaba del otro lado de la puerta nerviosa como si algo malo le fuese a pasar o si me iba a necesitar para algo.
Uff es muy complicado responder, pero me considero una madre moderna, yo no le exijo tanto a mi hija, pero si le pongo límites y reglas, a veces soy muy sobreprotectora y otras veces muy regañona, pero siempre tanto de darle mucho cariño y afecto.
No pretendo ser la mejor madre del mundo peor si una buena madre para ella, que no solo me vea como una figura de autoridad, sino como una amiga, que tenga la confianza de contarme sus cosas.
Invito a participar a @mile16 y @karianaporras en ¡Ay, mi madre!
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