(Imagen usada para el concurso)
Casi no recordaba sus tías, hermanas de su fallecida madre, lo habían enviado con el único varón de la familia, Noah, para que se criara con un hombre, puesto que su padre había fallecido antes de él nacer según sus parientes le contaron. Las amadas familiares le enviaban dinero, se encargaban de su educación, regalos y largas llamadas telefónicas, más no lograba precisar sus rostros, estudió en Londres muy lejos de su natal Venezuela.
Sus ojos se mantenían fijos sobre el retrato, quien será de ellas? Daila, Eira, o Hasna, los nombres de sus tías, su madre se llamó Francis. Todos bien escogidos por su abuelo, un hombre de carácter férreo. Comenzó a recorrer la casa caminando lentamente por sus pasillos, apenas recordaba a su madre, llegó hasta el patio, allí se sentó debajo de un árbol de níspero, acostado inició una mirada sobre las ramas de la planta, fue en ese momento cuando pudo leer grabado en este Francisco Y Carlos, buscó una navaja y raspando la madera terminó la frase…se aman.
La casa siempre fue de la familia, ¿Quién era Francisco? y ¿Carlos? La voz de una anciana lo sacó de sus pensamientos aletargados, ¡muchacho, eres un hombre!, soy Idara la vieja cocinera de la casa, cuando te fuiste tenias 9 años, que edad tienes ahora, confundido respondió, treinta. La anciana lo tomó por el brazo, y lo llevo hasta el retrato, al estar frente a él le dijo es tu madre, ¿la recuerdas?, vagamente, le infiero… te quiso mucho, luchó por ser tu madre contra todo, eso le sonó extraño, las tías le había hablado de una unión feliz de sus padres.
Idara; ¿conoció ud a un Francisco y Carlos en esta casa?, la viejita sorprendida y llorosa le dijo: es hora que lo sepas, detrás del cuadro hallaras la respuesta, yo misma la coloqué allí, Frank fue al cuadro y lo bajó, se hallaba un sobre con una carta dentro: “Querido hijo, te han separado de mi, mi padre y hermanas en su rigidez, soy tu padre me llamo Francisco y soy gemelo de tu tío Noah. Desde siempre mis inclinaciones fueron homosexuales y mi padre para “curarme” me obligaba a tener relaciones en su presencia con la hija de Idara, nuestra cocinera, la muchacha quedó embarazada, naciste tú pero ella murió en el parto. Yo estaba enamorado y mantenía una relación secreta con nuestro vecino Carlos, el amor de mi vida, al morir mi padre, me convertí en los que siempre quise ser, una dama, esa que vez allí con el sombrero rojo, mi nombre continuó siendo Francisco, mis hermanas te alejaron de mí antes que te enteraras. Me oculté siempre de la calle y el qué dirán, te quise como tu madre aunque fui tu padre. Perdónanos a todos, con amor Francis. Habla con tu abuela, la que tienes al frente.
Qué historia más atrapante y autentica has traido Aplausos. Francis es todo un caso único y especial. Secretos que esconden las grandes familias.
Gracias por participar.
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Gracias a ti por la iniciativa, saludos y éxito
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