Las vacaciones han llegado a su fin, por ello fue un día de organización pre laboral, para no salir y descansar un poco más, pero con la tristeza de tener que programar la alarma para madrugar.
Que con la llegada de los Reyes Magos cada niño sonría, que sigan vivas las tradiciones y que se reafirme el amor de Dios en nuestros corazones.
Nos despertamos muy tarde, seguimos desubicados de las horas, pero comenzamos el día en familia, todos en casa, el bebé fue el responsable de sacarnos de la cama.
Mi hijo mayor seguía dormido en su habitación, así que los Reyes Magos visitaron nuestro hogar, al despertarse encontró los detalles, que no tenían nombres, pero se diferenciaba para quién correspondía cada uno; la pandereta de Ronniel nos sorprendio porque tenía luces.
A pesar de la hora monte a cocinar unas caraotas, mi esposo se fue a trabajar con el jefe de las comidas rápidas, para adelantar las compras del puesto.
Estuve jugando con mi pequeño con sus legos, armando puentes para pasar ños carros, pero después se desanimo y agarraba los legos como micrófono, momento en el que me convertí en cantante.
La comida estuvo rápido, le servi al mayor, porque el otro estaba dormido, organice un poco el cuarto, llene la lavadora para aprovechar el agua, saque los cuadernos para armar el bolso del trabajo, limpie las botas que estaban marrones por la tierra de la hacienda que visitamos el dos de enero.
En un descanso que Ronniel me dio logré lavarme el cabello, pero el cuarto estaba de nuevo desordenado con los juguetes por todos lados, otra vez a jugar con él para seguir estimulando su lenguaje, ha avanzado bastante pero sigue aprendiendo.
Ronald llegó para bajar unos cauchos, bañarse y volver a salir, esta vez le tocaba abrir el puesto de comida, sin saber a que hora regresaría porque en la Ciudad se celebraba la procesión a San Benito y los Chimbangeles amanecen tocando.
Mi bebé estaba feliz con su papá, nos despedimos para ir a comprar pan para la cena, comimos e intenté dormir a mi hijo menor, pero nada que lo hacía, cuando al fin tenía cara que se dormiría, escuchamos el sonido de nuestro carro, era mi esposo que regreso a buscar el fiat.
Aunque quería arreglarme el cabello, con el bebé despierto era imposible, nos acostamos a ver la televisión, el tenía más energía que yo.
¡Al fin se durmió!, Ronny seguía en su cuarto viendo el televisor, era el momento correcto para plancharme el cabello, mientras veía la televisión, termine transcurrida una hora.
Programé la alarma y dejé el uniforme organizado, la odiosa quedó lista para despertarme en la madrugada para asistir a la escuela.
"Dispositivo utilizado: Samsung A15"