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Uno solo quiere ser feliz y que sean felices los suyos. Si eso fuera posible, sería la vida perfecta.
Mas la vida es tan cambiante y llena de estorbos, y esta época llena de depresión hace como una montaña ser feliz. Hay un secreto de la felicidad que hace todo más fácil. Porque uno piensa en distintas cosas que lo harían feliz, pero lo que hoy me da felicidad mañana ya no. Por eso parece que el estado feliz tendría que ser ajeno a las condiciones externas. Porque, hasta siendo perfecto y un ángel hermoso, el diablo eligió un camino infeliz. Eso muestra que no son las condiciones, sino la condición, la que hace la felicidad, y aunque todos somos diferentes, todos necesitamos recordar el secreto de la felicidad.
Se dijo que era el amor, pero no es el amor el secreto de la felicidad, sino ser agradecido, porque la gratitud hace que nunca me pierda, que no abandone las bases, que siempre sea amigo, fiel, leal. La gratitud me hace humilde, porque considero superior al que le agradezco. Meditar y reflexionar en la gratitud hace la gran diferencia entre ser una persona sin raíces y ser una persona constante, fuerte, hermosa.
Es bueno reflexionar en que no es el dinero ni las cosas que pasen. Si acostumbras a ser agradecido, cuando surjan situaciones difíciles no vas a olvidar quién sos y rápidamente vas a recuperar la cordura. Así que había un secreto para la eternidad, y entre tanta información se nos pasa la vida viendo tristes, y la tristeza es justamente lo contrario; es un acto egoísta porque solo me miro a mí. Y ahí hay que cambiar, no es fácil, es poco a poco. Leer los Salmos ayuda a una reflexión sana.
Amar a Dios es Él quien enseña estas cosas maravillosas; darle honra por su sabiduría infinita. Saludos, espero les guste, más espero les ayude en la difícil ruta de la vida.