Hola comunidad, siempre eligiéndote para publicar mis ideas o cosas que encuentro. Ahora les traigo un tema tremendo: hombres, amen a su mujer.
Se aborda el maltrato verbal, la pornografía y el maltrato físico.
La vida actual, que se basa en las redes y muchas veces en poca educación de las parejas, vuelve muy difícil la convivencia. A menudo se vive con confusión y dolor, y parece que los hombres somos los que más daño podemos hacer, porque entendemos que la mujer es algo delicado, algo que cuidar como un tesoro. No está ahí para que no la respetemos ni para que no la valoremos. Es una compañera perfecta para nosotros, y esa amistad es lo más lindo que nos puede regalar la vida. Por eso, aprender cómo le gustaría a la mujer que la trate un hombre de verdad es un tema que puede revivir una pareja dañada y afectada.
Ya que poco a poco se van sobrepasando los límites y se generan daños, si nos acostumbramos a menospreciar a nuestra mujer, eso cada día puede ser peor. Ya ven a tantos hombres llorando porque su mujer los abandonó. Bueno, se puede hacer mucho para nunca conocer ese dolor.
La pornografía es un acto vil y malvado, ya que hace sentir a la mujer que no vale nada. La lleva a sentir rencor y odio, y el hombre la confunde, ya que, ¿cómo me puede amar, mirar y desear a otras mujeres?
Por eso, si te pasa esto, sé franco con ella y busquen una manera de vencer este hábito que es malo. La sinceridad y el hablar francamente pueden hacer que el vínculo y la posibilidad de ser libres de esa maldición hiriente se puedan empezar a mejorar. ¿Qué hacer? Porque esto es un acto secreto, privado. Lo que hay que hacer es tener autocontrol: cuando pase una imagen de una mujer, miro a otro lado, porque sé que ese es el principio de la falla sistémica, luego imparable. Hacer este ejercicio es siempre, no un tiempo, no un año, no una década, es para siempre. Eso hará que nunca bajes la guardia y puedas ser fuerte. Ese regalo que le haces a tu mujer es tan gratificante que tal vez pueda curarse y olvidar que no podía más confiar en ti.
Otro tema que es muy similar es hablar gritando, decir cosas hirientes, despreciar, poner frialdad, manipular a la persona. Son todas cosas que no respetan su integridad, su conciencia, su vida.
Hasta las relaciones íntimas deben ser un lugar de respeto, ya que no hay que obligar a hacer algo traído del mundo de la pornografía. Que no parezca que estoy infectado por esa dañina forma de ver el sexo; que sea una cosa llena de amor y ternura, que se note que es algo hermoso para los dos, donde después quedan felices y no mal por hacer algo que el otro no quería.
Este tema de la pornografía puede ser también a la inversa y causar los mismos problemas.
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