En el liceo salte algunas veces la cuerda para acompañar a mis compañeras de estudio, ellas me llamaban en horas del recreo, me parece más bien que era para hacer bulto ya que eramos pocos en nuestra aula de clases, pero así poco que eramos nos dimos a conocer entre los profesores por estar siempre dispuestos a participar en cualquier actividad. Una vez vi a un primo saltando solo la cuerda y me anime a acompañarlo, eso era ya de grande, alguna veces trataba pero cuando me puse a saltar la cuerda me di cuenta que necesitaba más ejercicio físico ya que el abandonar el trote me había puesto algo sedentario. Estos juegos ademas de entretenernos nos ayudan a mantenernos en forma ya que trabajamos todas las piernas, los brazos y la espalda.