Muy contenta que nuestro profesor de baile después de varios días de estar ausente por motivos de salud y entre otros compromisos de trabajo, regresó nuevamente a impartir sus clases, y no solo eso, sino que nos está impartiendo una clase adicional de acondicionamiento físico para contrarrestar los achaques de la vejez.

Sabía me tocaría un largo día en compañía de mis amigas de la tercera edad, para tener mi mente despejada de preocupación. El día anterior traté de adelantar la mayoría de los oficios de la casa, sin embargo, antes de salir a la calle, cociné desayuno para todos, algo rápido y sabroso, bollitos de harina de maíz con mantequilla, queso y un jugoso perico que me encanta, acompañados de una taza de café negro.

Aquí estamos en pleno aprendizaje de los pasos básico del chachachá, pero me salí del grupo para hidratarme y aproveché de tomar una selfie.

Es difícil tomarse una foto con el profesor, llega directo a impartir las clases, y al terminar sale apurado, lo esperan en otro lugar, pero como tenía tiempo desaparecido, se quedó un ratito haciendo relaciones públicas con sus niñas, como nos llama él y nos causa risas.

Al llegar a casa llegué sumamente cansada. Una hora de baile y la segunda hora un entrenamiento físico fuerte. Me quedaron doliendo todos lo huesitos de mi cuerpo. Me bañé con agua tibia para relajar el cuerpo. Mi almuerzo fue un pollo guisado con bastante zanahoria que preparé el día anterior y lo dejé reservado en la nevera. Sólo cociné el arroz y freí las tajadas. A las 2:00 p.m. teníamos una reunión con respecto al horario de las actividades y, como apoyo, debíamos estar todas presentes.

Después de salir de la reunión, mis amigas querían sentarse y charlar un rato mientras disfrutábamos de un café acompañado con galletas.

Siendo las 4:00 p.m., llegué a casa, sabroso de estar cómoda en mi casa, no tener que salir nuevamente a la calle, quedarme en mi casa vestida con ropa confortable. Prendí la computadora, revisé la plataforma, realicé mis votos y comentarios que diariamente hago, y subí un post que tenía pendiente. De cena me comí un pedazo de lechosa que tenía en la nevera, el sueño me estaba venciendo. Me sentía sumamente cansada, me acosté a las 8:00 p.m. y tuve un sueño placentero.