¡Buenos días, Comunidad Latina!
Hoy viernes 10 de enero, escribiré dos post. Este primer post será sobre el miércoles 8 de enero, día en el que tuve que presentarme al juzgado de policía local junto al conductor del otro vehículo. Más tarde, compartiré otro post sobre lo sucedido ayer jueves, cuando fui a buscar el auto de alquiler.
Miércoles 08 de enero
El día inició con mucho nerviosismo, ya que tenía que acudir al juzgado de policía local para declarar sobre el choque que tuve con un conductor de locomoción colectiva. Después de dejar a Karina en su trabajo y estacionar cerca de ahí, caminé hasta el juzgado. Allí me encontré con Felipe, un colega que fue testigo del accidente.
Esperamos cerca de una hora antes de que me llamaran a declarar. Aunque no era necesario que los testigos estuvieran presentes ese día, Felipe decidió acompañarme durante todo el proceso, lo que agradezco mucho. La declaración duró más de una hora, pero, lamentablemente, no logramos llegar a un acuerdo con el otro chofer. Este no reconoció su error, a pesar de que la persona encargada de tomar las declaraciones indicó que, según los antecedentes, él había sido el responsable.
Al no llegar a acuerdo, se programó una segunda audiencia para octubre. Es un proceso bastante tedioso, pero me siento tranquilo después de haber pasado por esta primera etapa.
Al salir del juzgado, Felipe y yo fuimos a desayunar a una cafetería cerca de la plaza de Buin. Pedí un trozo de cheesecake acompañado de un café cappuccino -estaba delicioso. El lugar tenía una decoración muy bella, además andaba un gatito negro rondando por ahí, buscando algo de cariño.
Por la tarde, después de volver a casa, Karina y yo fuimos al gimnasio 300. Como yo había ido un día más que ella, repetimos algunos ejercicios de piernas. Terminé agotadísimo, pero satisfecho.
Al llegar a casa, tomamos once juntos y luego me preparé para mi primera clase de pádel. Nivaldo y yo decidimos tomar clases dos veces por semana durante un mes. Aunque llevamos más de un año practicando este deporte, queríamos mejorar nuestra técnica más allá de lo que se puede aprender viendo videos.
La clase inició a las 21:00. Estuvo bastante intensa, fue como aprender a caminar, desde cómo tomar la pala, hasta la forma de golpear la pelota. El profesor es muy bueno, tomamos las clases con él por recomendación y la verdad nos gustó mucho.
Para terminar el día, jugamos un partido con nuestros amigos Bastián y José. Fue un juego muy entretenido, aunque me enfoqué más en aplicar lo aprendido durante la clase.
Amigos de Comunidad Latina, en mi próximo post les contaré la travesía para ir a buscar el auto de alquiler a Providencia.
Las fotografías fueron tomadas utilizando un Iphone 14 Pro Max