Querido amigo de la comunidad Comunidad Latina, hoy quiero compartir con ustedes mi apreciado diario. Espero que lo disfruten.
Desperté a las 6 de la mañana y lo primero que hice fue agradecer a Dios por un nuevo día de vida. Luego, fui al baño para darme una buena ducha y cepillarme los dientes. Después, me dirigí a la cocina para preparar un delicioso desayuno, ya que tenía que ir a la escuela. Estaba muy emocionada, porque esta semana celebramos el Día del Educador, y me llena de entusiasmo ser educadora.
Al terminar de desayunar, me dirigí hacia la avenida para tomar el bus que me llevaría a la escuela, donde comenzaba la semana de las educadoras.
Al llegar, cantamos Gloria, bravo pueblo. Hoy solo teníamos poco niños, ya que los padres no los enviaron porque comenzaba la semana del educador y había otras actividades programadas para nosotros.
Al salir del terminal, nos dirigimos al comedor donde disfrutamos del desayuno juntos con mis pequeños.
Hoy teníamos planeada una actividad especial en la que un niño talentoso compartiría sus conocimientos sobre Luis Beltrán Prieto. Este destacado educador es reconocido como uno de los mejores pedagogos de América, lo que le ha valido el prestigioso título de Maestro de Maestros. A través de su trabajo, Prieto dejó una huella significativa en el ámbito de la educación, y durante la actividad, el pequeño exponente nos hablaría sobre su vida y legado. La expectativa era alta, ya que su capacidad para comunicar y explicar conceptos complejos de una manera sencilla es admirable a su corta edad. Sin duda, sería una oportunidad única para aprender más sobre una figura tan influyente en la educación.
Para finalizar la actividad, nos dirigimos al comedor, un espacio acogedor donde todos los niños que hoy nos acompañaron en la clase pudieron disfrutar de un delicioso plato de sopa. La atmósfera era alegre y animada, llena de risas y conversaciones entre los pequeños, quienes estaban emocionados de compartir ese momento juntos mientras degustaban la rica comida preparada para ellos.
Ya habían llegado los padres de los niños, así que era hora de regresar a casa. Tomé el autobús, y el sol estaba bastante fuerte. Afortunadamente, llevaba conmigo mi sombrilla, así que la abrí para protegerme un poco del sol.
Al llegar a casa, mi madre me había preparado un delicioso almuerzo. Disfruté de la comida, luego me di un baño y me fui a descansar hasta las 3 de la tarde, momento en el cual comenzaría mi tarea del día. Hoy teníamos que entregar un pedido de 80 tortas, que era un trabajo para la iglesia.
Apenas publiqué la torta, me llamaron para preguntar los precios, el valor era de 1.5$. Gracias a Dios, las tortas se vendieron y la persona quedó interesada en pedir más, aunque solo habíamos hecho 80 tortas.
Estoy muy agradecido a Dios por el éxito que tuvimos, y en primer lugar, agradezco a Él por ello. Este fue mi día de hoy y espero que lo hayan disfrutado. Ya son las 9 de la noche y me voy a recostar a descansar para prepararme para disfrutar de un nuevo día mañana.
Todas las imágenes fueron capturadas con un Samsung Galaxy A03 y un Redmi 9A Infinity 11, exclusivamente para @cotina.