Espero que se encuentren muy bien. Hoy quiero compartir con ustedes cómo aprovecho esos valiosos 45 minutos que tengo cada mañana para alistar a mis hijas y llevarlas al colegio.

Desde que comenzamos esta rutina, he aprendido a disfrutar de cada instante, a pesar de lo ajetreada que puede volverse la mañana.

Despertar temprano es fundamental, así que empiezo mi día alrededor de las 6:30 a.m. Primero, me aseguro de que cada una de mis hijas se despierte a tiempo. Les doy un cordial saludo, y las bendigo, les digo lo emocionada que estoy por el día que les espera y les recuerdo lo importantes que son para mí. Mientras que mi esposo me ayuda a alistarlas, yo me encargo de preparar un desayuno para que tengan la energía necesaria para afrontar su jornada escolar. Luego me encargo de peinarlas. Sé que el tiempo es limitado, por lo que trato de que hacer todo lo más rápido posible.

Finalmente, una vez que estamos listas, salimos de casa y nos dirigimos a la parada del transporte público. El camino al colegio es largo, pero lo hacemos juntos, disfrutando de cantos o juegos que las mantengan entretenidas durante el trayecto.

Así es como esos 45 minutos se convierten en algo significativo, lleno de amor y conexión familiar. Al llegar al colegio, me despido con un abrazo fuerte y un “las quiero mucho”, recordándoles que siempre estaré aquí para apoyarlas. Después de que se van a su salon de clase, no puedo evitar sentir una mezcla de orgullo y nostalgia, esperando que tengan un día maravilloso.

¡Hasta la próxima!

Invito a las amigas @joseliscoll , @joerlyn y @lauraz10 , a qué se animen a participar.

La fotografía es de mi propiedad captada con teléfono Redmi Note 13 y banner hecho en canva.