Hola Amigos de Comunidad Latina
Mi participación del día de hoy gira en alrededor del tema de formación no solo de mentes prodigiosas sino también de jóvenes capaces de descubrir en su entorno una realidad que implique compromisos de parte de ellos.
La ciencia, la virtud y el trabajo deben ayudar a la escuela a perfilar los diferentes proyectos educativos donde todas la comunidad educativa se sienta participe de los alcances de los niños y jóvenes en formación.
La ciencia implica el conocimiento de las cosas, donde las letras, los números, llevan a definiciones, análisis, aplicación de contenidos, contextualización, se infieren realidades y se sacan conclusiones de ellas. Conocimiento de la historia y de los principios de la ciencia. Los niños y jóvenes alcanzan competencias según su nivel de estudio y que logra superar las expectativas cuando cuenta con otros elementos que contribuyen al proceso. Cómo por ejemplo:
La familia.
La alimentación.
La salud.
Entre otros.
La virtud es la transformación del hombre desde dentro, forjar en ellos los valores individuales y universales. Tanto a los niños como a los jóvenes hay que darles herramientas por forjar el carácter y hacer de ellos personas virtuosas. En la escuela se realizan las siguientes actividades con este fin:
Clases de educación religiosa.
Celebraciones litúrgicas.
Reflexiones.
Encuentros grupales.
Jornadas de formación.
El trabajo es la parte práctica de los conocimientos y virtudes adquiridas. Trata que los muchachos en formación asuman compromisos concretos que partiendo del SER los lleven al HACER.
La virtud se trasluce en pequeños gestos de amor, respeto, entrega, compromiso, ciudadanía, libertad responsable, fe.
La dinámica de la escuela fluye a través de la CIENCIA, VIRTUD y TRABAJO. Todo esto en clave de pastoral.