Cuando pequeña que recuerde nunca volé un cometa, pero siempre veía a mis amiguitos fabricarlos y ponerlos a volar, ahora adulta me ha tocado acompañar y apoyar a mis nietos a elaborarlos y enseñarles a levantarlos por los aires.
Estamos en la era digital, ya estos juegos se están olvidando, pero es placentero recordarlos y ayudar a los niños a conocerlos. Es un orgullo ver la cara de mis nietos alegres con sus voladores creados por ellos mismos.
Con unos simples materiales se pueden hacer variados cometas, generalmente se hacen de papel de varios colores, pero también se pueden hacer con el plástico de las bolsas de supermercado, lo idear es hacerlos nosotros mismos usando la creatividad y la imaginación.