Un nuevo día tuve la oportunidad de vivir gracias a Dios, muy temprano me levanté para hacer mi rutina de ejercicios, luego hice el desayuno para recargarme de energías y lavar, tenía muchas sabanas sucias, además aproveché de lavar un poquito de ropa que tenía sucia. Estaba feliz porque todas las cestas quedaron vacías.

Termine de lavar al mediodía y enseguida me active con el almuerzo. Cuando iba hacer el jugo se fue la luz. Justo cuando iba a servir llego y licue rápido por si volvía a ir. Mi esposo llego a tiempo para comer todos y se fue nuevamente a trabajar. Me encargue de dejar todo limpio en la cocina y me di un baño.

Fresquita como una lechuga me fui a mi computador y comencé a combinar los materiales para hacer lazos. Es la primera vez que trabajo de esta manera y pues, la combinación quedo muy linda. Tome todas las fotos y cuando iba a subirla a mis redes sociales comenzó a llover. Corrí a recoger la ropa, casi toda estaba seca, las deje en la cama y segui con los lazos.

En lo que escampo me prepare con mi hijo para ir a la panadería por unos panes, ya mi hijo no quiere comer arepas tan seguido, aunque prefiero que coma arepa y no pan, pero bueno vamos a variar. De regreso pasamos por una bodeguita que vende torta fría, había de chocolate, parchita y 3 tres leches. Mi hijo pidio la tres leches, como dice el, la blanquita.

Yo me llene primero los ojos que la barriga, no estaban muy buenas, la 3 leches era la que estaba mejor, pero bueno otro día no caigo jejejeje. Cada quien se fue su cuarto y yo aproveche para doblar las sabanas y ropa para acomodarla en su lugar. Para cultivar con las tareas de ama de casa hice la cena, yo no tenía hambre, las tortas no estaban muy buenas, pero me llenaron.

Intente llamar a mi mama ya que tenía un viaje programado, viene a visitarme, pero no logre hablar con ella, espero que se comunique temprano para estar pendiente de irle a buscar al terminal.