Hoy es el día que estabas esperando: ¡el concurso de oratoria escolar! Desde hace unas semanas me he estado preparando seriamente. Elegí un tema sobre la importancia de proteger el medio ambiente. Todas las noches practicaba frente al espejo, tratando de dominar cada palabra y gesto.
Esta mañana salí temprano para poder prepararlo todo en paz. En la escuela el ambiente ya es animado. Muchos amigos también participaron en la competencia, algunos parecían nerviosos, mientras que otros parecían confiados. Yo mismo me sentí una mezcla de nerviosismo y excitación.
Vi los rostros de amigos y profesores que escuchaban atentamente. Le expliqué lo importante que es que protejamos el medio ambiente con pequeñas acciones, como reducir el uso de plástico y plantar árboles.
Una vez finalizado, muchos amigos le brindaron apoyo y elogios. Se siente muy bien poder transmitir un mensaje en el que creo. Aunque no sé quién ganó, esta experiencia me ha hecho sentir orgulloso. Por la tarde tuvo lugar el anuncio de los ganadores.
Después del concurso de oratoria, me fui a casa sintiéndome aliviada y feliz. Tan pronto como llegué, el aroma de la comida de mi madre me saludó de inmediato. Hoy mamá preparó mi arroz frito favorito con tortilla y galletas saladas.
Papá me preguntó sobre el concurso de oratoria y le conté mi emocionante experiencia en el escenario.
Este almuerzo se sintió muy especial. Mientras disfrutábamos de la comida, nos reímos y compartimos historias. Mi familia siempre me hace sentir cómoda y feliz. Cuando terminamos de comer, recogimos la mesa juntos y continuamos jugando juegos de mesa. Este día lleno de actividades terminó con una cálida convivencia.
Me siento agradecido de poder volver a casa y pasar tiempo con ellos. Parece que pase lo que pase en la escuela, la unión familiar es siempre la excusa perfecta.
Esta noche, después de un día lleno de actividades, planeé relajarme con mis amigos. Acordamos ir a nuestra cafetería favorita cerca de la casa. El ambiente allí es muy cómodo, con luces tenues y música suave.
Al llegar pedimos café y unas tartas. Mientras esperábamos pedidos, comenzamos a charlar sobre el concurso de oratoria más temprano. Mi amigo también me contó su experiencia y nos dimos consejos sobre cómo hablar en público. Las risas y los chistes nunca dejaron de llenar nuestra mesa.
También tenemos otras actividades divertidas planeadas para el fin de semana.
Disfrutar de un café con amigos es una excelente manera de relajarse. Esta noche me hizo sentir más cerca de ellos y estoy agradecido de tener amigos que siempre me apoyan. Al regresar de la cafetería a casa me sentí feliz y satisfecho. ¡Hoy fue muy divertido!