Agradecida con Dios primeramente porque tan sólo con el hecho de regalarnos un día más de vida ya es de gran bendición para mí. En ésta ocasión tengo el agradable placer de redactar éste post para así unirme a ustedes a través de la dinámica de hoy bajo la temática de "escritura" y de tal manera compartir con todos un cuento escrito por mí 🥰. Ya sin más preámbulos mi cuento dice así...

Érase una vez en el bosque "Comparte y sé feliz" una pandilla de amigos conformada por Dante (el elefante), Iver (el tigre), Dosh (el león feroz) y Hugo (el canguro). Estos eran unos animales muy unidos y alegres a los cuales les gustaba mucho ayudar y no sólo entre sí, sino también al resto de los animales en el bosque.

Un día Dante estaba un poco triste y el resto de la pandilla lo notó con facilidad ya que él era un elefante muy alegre, entonces Hugo muy preocupado decide conversar con él y decirle:

– Oye Dante ¿Qué te sucede? Te he notado diferente y tú no eres así. Sabes que si necesitas algo (lo que sea) puedes contar con todos nosotros.

A lo que Dante con voz afligida y suspirando muy profundamente le respondió:

– Pues la verdad sí Hugo, tienes razón; he estado un poco callado, lo que pasa es que me siento un poco afligido porque estuve leyendo que en Río Grande directo hacia el Bosque Prohibido está una manada de elefantes y pues en realidad quisiera ir allá y conocer parte de mi familia.

El resto de la pandilla al oír esto se desanimaron debido a la tristeza que provocaba Dante al hablar con ese gran nudo en sus garganta y sus ojos a punto de reventar en llanto. Entonces Iver exclamó:

– ¡Basta de tristeza mis queridos amigos!

Dante y Hugo se sorprendieron del cambio tan repentino de Iver, pero por otra parte Dosh agregó:

¡Sí, te apoyo Iver! Dejemos la tristeza a un lado y emprendamos un viaje rumbo a Río Grande así todos conoceremos a la familia de Dante y además viajaremos por primera vez todos juntos.

Hugo inmediatamente apoyó la idea de Dosh e Iver y Dante muy conmovido al ver que sus amigos verdaderamente se preocupaban e interesaban por él muy alegre exclamó:

¡Muchísimas gracias chicos, ustedes son lo máximo!

Entonces empacaron para viajar y se fueron todos juntos hacia Río Grande; luego de tantas aventuras experimentadas en el camino al llegar allá pues no había más que un inmenso y hermoso Río, el semblante de Dante decayó una vez más y sólo suspiró sin decir nada. Todos se dieron la vuelta sin medir palabras sólo suspiraban y en eso que van a caminar para regresar escuchan un enorme estruendo que a gran voz exclamó:

– ¡Alto ahí!

Ellos sorprendidos rápidamente se dieron la vuelta y cuando vieron pues era ¡Papá elefante! A decir verdad Dante no se contuvo y sólo lloraba de alegría y emoción que todo el esfuerzo había valido la pena y le dijo:

– ¡Papá que alegría de verte!

Papá elefante le respondió:

– ¡Ay hijo mío! No te imaginas cómo te hemos buscado todo este tiempo, cuando eras apenas un bebé te nos perdiste y desde ese terrible día no supimos más de tí. Tu madre y yo estuvimos muchos meses buscándote y regresábamos a casa entristecidos porque no obteníamos el resultado deseado.

La verdad este dolor no se lo deseo a nadie, tu madre se pondrá muy contenta al verte otra vez; pero bueno ya basta de parloteos mejor vamos a continuar que la manada a de estar esperándome en la siguiente parada, yo sólo volví porque a Darlon (un sobrino de tu madre) se le olvidó su bolsa de maní y pues yo vine por ella... Pero veo que encontré mucho más de una pequeña bolsa de maní.

Por otra parte, el rostro de Dante volvió a decaer y con su voz quebrantada le respondió a su padre:

– Papá perdóname, sí suena todo muy bonito pero la verdad sólo te puedo acompañar por un par de días; ya que luego yo debo de volver con mis amigos a el bosque Comparte y sé feliz. Ellos todo este tiempo se han convertido en mi familia y cuando más los necesité ahí han estado y la verdad no los pienso abandonar.

Iver, Dosh y Hugo un poco entristecidos pero al mismo tiempo súper contentos de que Dante por fin había encontrado a su familia le aconsejaron que no se detuviese por ellos, que por el contrario se fuera con su padre y fuese muy feliz con su familia.

Pero Dante se negó rotundamente a aceptar eso, más bien le insistió a su padre que ellos más allá de ser sus amigos ya los consideraba sus hermanos.

Por otra parte; papá elefante muy orgulloso del gran corazón que tiene su hijo le contestó muy sonriente:

– No te preocupes hijo quédate tranquilo, porque no tendrás que separarte de tu familia. Pues si ellos están de acuerdo pueden venir con nosotros e incluso aún pueden formar parte de la manada también, hijo yo espero que tú puedas entender que yo sólo quiero tenerte cerca y no perderte una vez más.

El resto de la pandilla al escuchar esto se alegraron en gran manera, tanto así que hasta celebraron juntos el momento y Dante por supuesto le dijo a su padre que claro que aceptaba su propuesta porque así finalmente tendría toda su familia junta y completa.

Entonces se fueron todos juntos a la siguiente parada en donde estaba el resto de la manada esperando a papá elefante, mayor sorpresa para ellos cuando vieron llegar a Dante. Se regocijaron grandemente y celebraron felizmente junto a los nuevos integrantes de la manada.