A modo de explicación
Éste texto corto era originalmente para un concurso en la comunidad Venezolanos Steem, pero por diversos problemas con mi internet y mi Steem Power no logré hacer la publicación a tiempo. Como no tenía ganas de dejarlo sin salir a la luz, aquí se los dejo. El concurso se trataba de realizar un cuento corto utilizando la palabra mango con sus diferentes usos según cada país.
🥭 Mangos rodantes 🥭
Ésta es la historia de una graciosa situación que aconteció en una fruteria de una calle empinada de mi pueblo. Gracias a la inocencia de uno de los niños de mi vecina de al lado. Doña Clara un día mandó a su hijo a comprar frutas de todo tipo para preparar jugos durante la semana. El niño, obediente, fue hasta la frutería y compró todo lo que su mamá le había pedido: Parchita, guayaba, limone, lechoza, etc. Luego de pagar por su compra y dirigirse a la salida, el niño se dió cuenta de que en la entrada de la tienda, en una cesta medio acomodada, habían unos provocativos mangos de un hermoso amarillo.
Entonces se devolvió y le dijo al comprador:
- Podría, por favor, darme un par de mangos.
Don Rogelio, un argentino cincuentón que aunque hacía ya varios años se había mudado a Venezuela, aún no abandonaba sus expresiones argentinas, le respondió:
- No tienes mangos suficientes para comprarme mangos, hijo, ve a pedirle a tú mamá. - Y luego siguió atendiendo a otros clientes.
El niño, algo confundido, se fue a su casa a llevar las compras. Luego de ordenar cada fruta en su lugar, le contó a Doña Clara lo sucedido. Y tras eso procedió a preguntarle:
- Mamá ¿Podrías prestarme mangos para ir a comprar mangos en la frutería de Don Rogelio?
Doña Clara lo miró tan confundida, que el tuvo que explicarse.
- Luego de que pagué por todo, le dije a Don Rogelio si podía venderme unos mangos, y me dijo que no tenía mangos suficientes cómo para yo comprarle mangos.
- Se refería a que no tenías dinero, hijo. En Argentina, de dónde es Don Rogelio, no tener mangos es no tener dinero... Ten, ve a comprar un kilo de mangos. Y tráeme un buen mangazo.
El niño se fue feliz a la frutería de Don Rogelio, le pidió el kilo de mangos, le dio el dinero que tenía y por último le dijo:
- ¡Y dijo mi mamá que le mande un buen mangazo! - Muy alegremente.
Don Rogelio se echó una buena carcajada. Y luego de pesar el kilo, aún riéndose, le dijo al niño:
- Dile a tú mamá que si quiere un mango grande, o un muchacho buenmozo
Y de todas maneras, Don Rogelio metió en la bolsa dos de los ejemplares más grandes.
El niño estaba muy alegre. Al llegar a casa, tras comerse un par de mangos, le contó a su mamá lo dicho por Don Rogelio. Ella, quien no tenía mucha paciencia con ciertos chistes,se enojó y salió con el palo de la escoba hacia la frutería.
Al ella llegar, Don Rogelio la notó enojada, entonces sin ella haber dicho nada aún, el le dijo:
- Era solo un chiste, Doña Clara, no se ponga así. Y salió hasta dónde estaban ella y la cesta de los mangos.
- Chiste o no, me faltó el respeto, y eso no lo voy a permitir.
Muy enojada, Doña Clara le intentó pegar con el palo por la pierna, pero el logró esquivarlo. En cambio, Doña Clara acertó el golpe en el soporte de la cesta, cayéndose así todos los mangos cuesta abajo. Todos los presentes se quedaron la graciosa escena. Hasta que alguien le dijo:
- "Te has quedado sin un mango, Don Rogelio"
- Literalmente hablando - Dijo él. Y volvió a entrar a la frutería.
Ésta imagen no es mía, la conseguí en Pixabay y es de Terimakasih0
¡Gracias por su atención!
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