Una aventura sobre ruedas apreciando la naturaleza.

Una de las actividades deportiva que me encanta realizar es correr bicicleta, voy cada fin de semana y lo mejor de ello es que nunca voy sóla.

Una mañana cálida con un hermoso amanecer, un sol radiante salía para darnos la buena noticia de que iba a ser un excelente día. Salí eni bicicleta a pasear junto a mis hijos, mi prima y su esposo. Nos fuimos a dar una vuelta por la orilla de la playa, tenía mucho tiempo sin salir a rodar en mi bicicleta, que increíble ver el amanecer, eran las sería de la mañana cuando comenzamos nuestra aventura.

En nuestro paseo por la orilla de la playa, es un hermoso paisaje que se deja ver, cada vez que avanzamos presentía que iba a llover, minutos más tarde y luego de llegar a una parada dónde comúnmente descansamos, comenzó a caer un rocío.

Los niños disfrutaban de sentir cada gota caer en su rostro , su intención era darse un baño pero no lo ví conveniente ya que podían retirarse, que rico ver caer la lluvia desde la orilla del mar, el cerro Guayamury, casi se cubría por completo con aquellas nubes densas, por otro lado un arcoiris de hermosos colores, podría jurar que eran dos, uno detrás del otro, algo nunca visto. El oleaje de la playa estába fuerte, una playa conocida donde los surfistas practican su deporte.

Fue allí donde cerramos nuestra aventura, regresamos a nuestra a casa montados en nuestra bicicletas, un poco cansado ya que tenía mucho tiempo que no salía a compartir este agradable encuentro, pero con ganas de regresar para siempre estar acto.

Es agradable contarles mis vivencias a través de la escritura, Invito a @erika08, @elpastor y @rosselena a participar en esta dinámica.