Mi historia detrás de la frase

  Las situaciones que vivimos en nuestra cotidiana, suelen estar complementadas con diversas analogías de la vida y, debido a ello es que se ha dicho que, la vivencia es una historia que se abraza con la auténtica filosofía y aunque podamos tener similitudes con otras personas, sigue siendo única para nosotros.

  Partiendo de lo anterior, aprendí a ver mi historia reflejada en frases que me han ayudado a disfrutar la metamorfosis de mi vida. Por ello, me siento complacida de unirme a la dinámica que auspicia nuestra amiga @inspiracion . Sin más preámbulo, comienzo con mi participación.

  La reflexión es un acto que todos debemos hacer parte de nuestra vida, porque a través de esa acción, tenemos la oportunidad de comprender con mayor amplitud las situaciones que nos han ocurrido, están sucediendo o, nos pueden llegar a pasar. En lo personal, a esta acción la considero un arte y diariamente hago lo elemental para fomentarla en mi personalidad.

  Mi personalidad se centraliza en ser una persona muy reflexiva. Gracias a esa particularidad es que he logrado aprender a recibir las lecciones que suelen aflorar las diversas situaciones que he vivido y, aunque nos han dicho que no aprendemos desde las experiencias ajenas, la reflexión me enseñó que sí estamos dispuestos a ello, ¡Claro! Que podemos aprender.

  Desde mi adolescencia, las frases me han encantado y cuando descubrí esta atracción, me di la tarea de comenzar a escucharlas atentamente, porque lograba percibir la orientación que ellas me daban y, aunque gran parte de esas expresiones las pude comprender con mayor amplitud en una etapa más avanzada, de igual manera en su momento dejaron su enseñanza.

  La frase que estremeció mi vida, la conocí en uno de mis momentos más críticos, porque estaba tan inmersa en la desesperanza que, olvidé cuál era el camino para ser feliz y por lo consiguiente, pensaba que eso se debía a que tenía tantos problemas emocionales que, literalmente ya no sabía cómo sentirme. Dicha expresión la conocí durante una sesión con mi psicóloga y, me impresionó tanto que, a pesar de lo larga que es, y lo rápido que la dijo, logré memorizarla perfectamente, porque me fascinó.

  Esta frase la dijo el estadounidense Steve Maraboli y, dice lo siguiente:

"La felicidad no es la ausencia de problemas, es la habilidad para tratar con ellos"

^{Steve Maraboli}

  Con esta expresión comprendí que, si no me atrevía a enfrentar mis problemas, difícilmente me iba a reencontrar con la felicidad por lo que debía desarrollar la habilidad de transformar esas adversidades en fortalezas y, aquí quiero ser enfática en que, con esta frase aprendí a extraer las lecciones que tienen los problemas.

  Ahora bien, aunque esta frase me enseñó a querer enfrentar los problemas y buscar la felicidad, también me mostró un lado débil de mí y, verlo fue bastante duro, porque cuando no estamos preparados para aceptar nuestras oscuridades, esto puede ser perturbador. Sin embargo, al repetir varias veces esta expresión me di cuenta de que ella también me ayudaría a transformar mi oscuridad en luz.

  En reiteradas ocasiones nos hacen creer que, una persona feliz siempre va a estar exenta de los problemas y, en su momento, yo caí en esa cruel trampa; situación que también complicaba mi problema con la depresión, pero gracias a Maraboli me he dado la tarea de bloquear en su totalidad esa creencia errada, ya que mientras estemos en este mundo terrenal, los problemas se van a presentar además de que, la felicidad es relativa y así como trabajamos para ser feliz, también estarán esos momentos que nos la arrebatarán por un instante para que aprendamos algo esencial que permitirá nuestra evolución.

  Un punto resaltante de esta frase es que, así como ella fue un canal fundamental en mi proceso para superar la depresión, hoy día es una dosis que me gusta tomar diariamente para recordarme que, no debo huirle a los problemas, más bien debo afrontarlos, porque de esa manera, también aprendo a ser feliz.

  Si de algo estoy completamente segura es que, la vida no es nada sencilla y, en los matices, también están los colores para ser feliz. Por ello, con o sin problemas, debo vivir la vida al máximo y buscar en todo momento el camino a la felicidad, porque en mis manos siempre estará la habilidad de sobreponerme a las caídas y levantarme con más fuerza, siendo triunfadoramente feliz.

¡Muchas gracias por leer mi publicación!

^{Las imágenes presentadas en esta publicación fueron editadas en la herramienta de edición Canva}