Materiales: Fibra de vidrio patinada en frío.
Dimensiones: 11.60 x 1.80 x 3.5 mts.
Año: 1999
El conocido Parque de los Caobos se inaugura en el año 1920 bajo el nombre de Parque Sucre (en honor al héroe nacional Antonio José de Sucre). El mismo se ubica en los terrenos donde, décadas atrás, estaba construida la Hacienda "La Industrial" (cuyo propietario era Don José Mosquera). Sin embargo, en el año 1937 el consejo municipal le cambia el nombre por Los Caobos (debido a la preponderancia de estos árboles en la zona, erguidos desde tiempos de la colonia).
Es importante resaltar que, pese a que el parque se encuentra ubicado justo en el eje central de Caracas, específicamente entre Plaza Venezuela y el complejo cultural Teresa Carreño, son pocas las personas quienes lo visitan. Puedo especular distintas razones: desconocimiento, miedo por la delincuencia que impera en la zona, letanía citadina, desinterés... Lo cierto es que el parque está allí, esperando pacientemente, con sus caobas de antaño y su atmósfera apacible, que los ajetreados caraqueños apaguen por un rato sus motores y conozcan sus maravillas.
Esa es la razón por la cual decidí armar esta especie de paseo virtual por los distintos espacios del parque, para que de esta manera puedas, al menos desde la pantalla de tu ordenador o tu teléfono, atestiguar la belleza que te espera. Y, aunque nada se compare con apreciar el sitio con tus propios ojos, espero disfrutes tanto como yo de estas obras de arte.
Dicha limitante me obliga a usar, con la mayor sensibilidad posible, el lente de mi cámara, y capturar las mejores tomas y los mejores instantes. En esta oportunidad compartiré algunas fotos de una de las esculturas que pueden encontrarse en el parque, la cual se llama: Trompetilla Para Sordos, del artista Marcos Salazar.
La lectura que le doy a la pieza es muy metafórica. Pareciera que la misma representara a los oídos del Parque. Este último, a través de esta especie de auricular gigante, escuchará los murmullo escondidos detrás se los escándalos de la ciudad. Es una pieza muy hermosa y que, no sé si de forma intencionada, nos invita al contacto, a palpar la textura lisa y fría de este órgano sensiblen. Son muchos los visitantes que se acercan y aprovechan para tomarse fotos y compartirlas en la redes. Esto me dice que la obra logró escapar de los límites del parque y darse a conocer en distintas plataformas.
¿Ustedes qué opinan? ¿Qué les transmite esta pieza? ¿Les dice algo su expectación a través del oído? De más está decir que sus comentarios son importantes para mí, tu opinión me motiva a seguir construyendo. Cualquier sugerencia o crítica, la recibiste con respeto. ¡Un abrazo! ¡Nos vemos en una próxima publicación!