Hace más de 70 años, en una ocasión escuché decir a mi tía Victoria "extraño el aroma del café que Eulalia hace con la leña que papaito trae de la orilla del río El Pilar, donde el mastranto perfuma la mañana y el sonido de las aguas me introduce en la naturaleza".
En mi inocente niñez no comprendí ese sentimiento expresivo por la ausencia de una bebida típica; para entonces, mi tía pasaba varios años sin venir a Venezuela y visitarnos en el pueblo; era lógico, extrañaba su hábitat, su tierra, las costumbres campestres y entorno en general. Cuál sería mi impresión ayer durante el desayuno, cuando mi hija @arac me dice: "Papá extraño el pan de Los Arroyos, ese que el hermano Misael te enseñó a hacer".
Hola, soy tu amigo @victorealiendres, oriundo de Los Arroyos, pintoresco enclave físico natural con ligera llanura y depresión que está situado a 4 kilómetros de El Pilar, capital del municipio Benítez, estado Sucre; se trata de una zona agropecuaria caracterizada por la producción de cacao y diversos tubérculos de excelente calidad. Si viajas hacia el extremo noreste del estado, recuerda hacer tu parada en este pueblo y visitar la panadería del hermano Misael, quien ofrece los mejores panes elaborados con un secreto generacional. En este post intentaré emular el arte panificador de mi amigo Misael, para complacer el paladar de mi hija y compartir mi experiencia con ustedes.
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En un recipiente plástico se agrega aceite, azúcar, sal y mantequilla para remover suavemente con un batidor.
Una vez que se ha removido suficiente y se tiene una mezcla con apariencia más o menos homogénea, se agrega el huevo, 250 ml de agua tibia y la levadura; se continúa removiendo y comienza a añadir la harina gradualmente.
Habrá un momento que la pastosidad y textura hará difícil que se prosiga con la remoción de ingredientes, entonces use una paleta plástica o de madera.
Para terminar de incorporar la harina, vaya añadiendo en resto del agua mientras se sigue mezclando.
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Habiendo agregado tola la harina, se debe mezclar suficiente hasta que la textura y consistencia de la mezcla impida que se remueva con facilidad; entonces, se procede a sobar la masa a mano para lograr el punto de suavidad y homogeneidad deseado.
Transcurrido el tiempo, se lubrica una bandeja y polvorea con harina de trigo; acto seguido, se hacen y colocan las porciones redondas de mezcla guardando cierta distancia entre ellas. El número de porciones dependerá de la capacidad espacial de la bandeja que irá al horno.
Una vez que se tengan lista las porciones, se debe tapar nuevamente con un paño y dejar reposar por 1 hora. Cuando haya transcurrido 45 minutos, proceda a calentar el horno graduándolo a 185 ºC
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Una vez que cumpla el tiempo en reposo, se destapa y luego de desinfectar una tijera, se procede a hacer un pequeño corte en la parte superior de las porciones, tal cual como se muestra en las imágenes, un corte en forma de cruz o estrella de cuatro puntas.
Se lleva al horno precalentado y deja cocinar durante 45 minutos.
¡El pan casero Los Arroyos está listo!
@arac se sintió complacida y muy contenta al punto que expresó: Papá, a tus 78 años de edad sigues haciendo el pan casero como siempre. Dios bendiga tu vida y salud por siempre.
De esta manera, hice el pan casero de Los Arroyos y mi hija @arac pudo darse el gusto de degustarlos con un poco de mantequilla y queso blanco con café caliente.
Sobre las imágenes
Las fotografías fueron tomadas con dispositivo Smartphone, iPhone 6 por mi hija @arac, a quien agradezco el apoyo en la edición de las mismas.