Saludos nuevamente a los grandes amigos de Steemit!!
Hoy les hablaré sobre mi experiencia con ese complejo pero superable virus Covid-19.
En marzo del año 2020 días antes de mi cumpleaños, veía todo como una película que pasaba frente a mis ojos del Covid-19. Ya antes que el Presidente de nuestro país diera ordenes de cuidados extremos, encierros y distanciamiento yo veía las personas ya con tapabocas en la calle, me parecia tan prematuro y extraño tomarlo ya como alerta.
Sin embargo, lo tomé con mucha calma y tranquilidad estaba hasta dándole clases a mis niñitas de danza.
De pronto ya todos de casa no salgan, no se asomen, no respiren, ya las alertas eran extremas.
Me ponía a ver noticias como loca de otros países y veía como morían en masa, empecé a dejar de respirar correctamente por el terror mental que me estaba yo misma generando, viendo tantas cosas internacionales, el Presidente encadenaba en la Tv a cada instante hablando de lo mismo y sumando los problemas económicos, bloqueos, entre otras cosas que él dice que aquí en Venezuela pasan.
Fue así como un monstruo fue creciendo dentro de mí, de miedos, incertidumbres, es el fin del mundo o no??
En un momento sentí que estaba sufriendo de ansiedad, sumado a una enfermedad que aún arrastro llamada anemia.
Ya no sabía si era mi enfermedad o era todo por lo que estaba pasando que me sentía ansiosa con ganas de salir corriendo y no saber a dónde realmente. Te da mucha taquicardia y arritmia y dificultad respiratoria.
Cuando tienes anemia experimentas lo mismo que cuando tienes ansiedad, yo tenía un ligadito de situaciones. Me dirigí rápidamente al médico y comprobé que por lo menos del corazón no sufría que era mi gran temor.
La anemia generaba parte de los síntomas, y la ansiedad de ver tanto y sentirme frustrada me generaba otros.Esto sin sumar lo que me generaba el estrés de las tareas escolares de mi pequeño Salvador en casa.
Yo nunca había visto tanta tareas juntas. Es más, puedo certificar que cuando asistía a la escuela no había tantas actividades en su cuaderno como ahora.
Llegó un momento en el que empecé a leer mucho sobre la ansiedad, los miedos, tratamientos caseros, y ejercicios que me sirvieran para atenuar todo esto que se movía dentro mí. Y lo logré, ya sé como reaccionar a un ataque de pánico o ansiedad, que debo decir y cómo debo respirar, incluso que tomar natural para calmarme.
Solía antes de todo esto que ahora vivimos, ver muchas películas de cosas y situaciones que podían pasar en el mundo que me parecían tan emocionantes como: llegadas de ovnis, pandemias, inundaciones, temblores, tsunamis, feroces huracanes y hasta volcanes en erupción. Y aquellas películas de zombies que en cada nueva película corrían como más rápido.
Y sí, en muchas oportunidades hemos visto como la tierra se manifiesta de muchas formas en la vida real, que suponemos nosotros que lo hace por culpa nuestra, sí somos responsables de parte de lo que sucede y aceleramos esos procesos que ella ha hecho por mucho tiempo. Realmente ella reclama su territorio de cualquier forma.
A veces pienso que mientras más lo hablemos y decretamos se van haciendo realidad. El poder de la palabra que sale de nuestra boca es poderosa. Si tan solo la usaramos para el bien todo sería más hermoso.
Últimamente me puesto a leer sobre las pandemias y pestes que han estremecido al mundo entero, ocasionando muchas pérdidas humanas como por ejemplo: Peste de Justiniano que generó consecuencias económicas y catastróficas en esos tiempos, peste negra que se presentó a mediados del siglo XIV, viruela o virus variola siglo XVIII, gripe española en 1914, gripe asiática 1957, gripe de Hong Kong, Virus VIH 1981 y actualmente el Covid-19.
Seguramente existieron más pestes que desconocemos, y las que hemos ido conociendo es porque las circunstancias nos han obligado a investigar sobre ellas. No cabe duda que este tipo de situaciones mundiales hacen que todo se vuelva un total caos, especialmente colapsos en los sistemas de salud y problemas gravemente económicos. "Todo se detiene de forma obligada."
Ya los venezolanos teníamos una suma de grandes problemas y ésta pandemia agrega una batalla mayor a lo que ya veníamos enfrentando. Pero hay que tener mucha fuerza espiritual, mental y poder de aguante, y eso si tenemos los Venezolanos de sobra.
En mi casa en abril del 2020, mis hijos mayores enfermaron y asumimos que era el Covid-19, aunque nos preguntábamos cómo se contagiaron porque no habían salido de casa en esos días. Sigo pensando que ese virus como muchos está en el aire.
Los sintomas eran parecidos a los que los medios de Tv y radio difundian, aquello de perder el gusto y el olfato se manifestaron muy rápido después de una serie de dolores de cabeza y fiebre alta.
Mi esposo tuvo síntomas pero como una gripe muy fuerte, pero al realizarse el examen especial salio totalmente negativo.
En mi caso, al igual que mi pequeño hijo Salvador, fue como un cuadro alérgico, pensamos que éramos asintomáticos o simplemente alergias de tanta quema de basura de mi vecina tóxica, que aunque trabaja en el Hospital como que no entiende que el humo es dañino para la salud de cualquiera. Afortunadamente todos en casa salimos con bien de todo los síntomas que a cada quién aquejaba en ese momento.
Pero el 22 de marzo de este año 2021 las cosas se presentaron distintas, mi esposo me llamó por teléfono mientras trabajaba en la empresa, manifestándome que se sentía muy mal, que le preparara una infusión de plantas medicinales que hay en nuestro huerto o conuco como se le dice aquí en Venezuela.
Rápidamente preparé unas infusiones y una sopa de cabeza de sardina bien recargada, porque eso eleva las defensas entre otras cosas. Igual el siguió trabajando toda la semana al igual que sus compañeros que antes que él estaban afectados con esos síntomas.
A mitad de semana, el jefe decidió después de una serie de trámites apoyarlos a todos con los examenes necesarios para detectar Covid-19, los mismos después de realizar deben ser enviados a Caracas para su evaluación adecuada.
Cabe destacar que los exámenes fueron realizados el 24 de marzo y ya estamos a 11 de abril y aún los resultados no llegan, cosas que pasan en este país, mi país, tu país, como dice la canción.
Mi esposo fue presentando síntomas más fuertes, fiebre muy alta, dolor de gargarta, fatiga, debilidad, delgadez y deshidratación.
Hay un síntoma extraño que no dicen, que te da mucho calor y sudas como que estuvieras corriendo y derrepente un frío que te pones como un cubo de hielo.
Mientras mi esposo estaba con grandes síntomas, yo presentaba mucho dolor de cabeza y debilidad, pero sin abandonar los cuidados que debía dedicarle a él.
En el proceso aparecieron muchas manos amigas y consejos no faltaron para lograr mejorar de esta grave y angustiante situación.
Yo le digo mis doctoras espirituales porque ninguna estudió medicina, pero son buenas en conocimientos médicos y otras con medicinas naturales.
@mari30 nos indicó hacer un batido a base de jugo de muchos limones que llenaran un vaso sin nada de agua, un cristal de sábila grande, una zanahoria pelada cruda y una cebolla blanca, licuar todo eso y tomar 1 sorbo de ese jugo y otro sorbo de agua que debía transcurrir entre sorbo y sorbo 2 horas y asi lo hicimos. Eso sube las defensas, fortalece el sistema inmune y aumenta las plaquetas.
Una prima de mi esposo nos sugirió que cuidadosamente hiciéramos vaporizaciones de hoja de eucaliptos, en la marcha descubrí que las hojas verdes son mas efectivas, porque tienen mayor aroma que las secas, también hicimos la tarea muchísimas veces.
Mi cuñada que trabaja en una farmacia, nos informa una serie de medicamentos que estaban indicando para aliviar los síntomas, entre ellos, Vitamina C que no debe faltar y la Vitamina D que es la vitamina que el sol nos genera.
Siempre hay que pensar bien, no automedicarse, pero cómo están colapsados todos los servicios de salud responsablemente se le médico.
Yo continuaba presentando más detalles en mi salud, pero siempre de pie, sólo tomaba sopas y té, al igual que él, pero sumando su medicación.
La señora Mariita Ramírez cultora, investigadora y músico de Ciudad Bolívar, que en ocasiones finge como madre sabia y a la vez herbolaria natural tambien nos receto. Jajajajajaja.
Hacer gárgaras tibias o lo más caliente que podamos soportar con bicarbonato de sodio, sal, limón y si habia vinagre tambien. Sopas muy calientes, los te muy calientes y agua natural. Pero que todo lo que entrara por nuestra garganta fuera caliente.
En momentos, no sabía si iba a morir de Covid-19 o de cáncer de garganta, esófago y estómago de tanto merequetengue caliente. Ella también nos dijo que agregaramos en el te de plantas hojas de guayaba que es anticuagulante, y ciertamente esa enfermedad forma trombos en vías respiratorias y venas.
Esa información la vi en Tv, y la viví en mi cuerpo cuando en un momento tenía dificultad para respirar y note que en las venas en los pies tenía como nuditos muy parecidos el collar de un rosario, que al tomar el te con las hojas de guayaba y limón note que iban desapareciendo, mi cuñada quién también enfermó moto lo mismo pero en las venas de sus manos. A ella también le dimos la misma infusión y mejoró considerablemente.
Mi esposo fue mejorando, pero llegaban momentos en que era un día bueno y otro día en cama, es una enfermedad de mucho va y ven.
Ya han pasado 22 días, y aunque nos sentimos mejor tenemos días que notamos cambios en la respiración en su caso, y en mi caso una ronquera que no es normal.
Él media en muchas ocasiones que no me acercara mucho, usó tapaboca diariamente, tenía utensilios aparte, pero ya yo no estaba muy afectada como él. Yo le decía a muchos amigos que no me había dado chance de enfermarme bien, con todo lo que había que hacer en casa y la cantidad de veces metida en la cocina que de por ysi nunca me ha gustado, ahora menos jajajajaja la veo de reojo.
Mi esposo en el proceso sufrió de mucho miedo e incertidumbre, tristeza y hasta ansiedad, sentía que no podia respirar, sudaba mucho en esa situación. Supe que este tipo de pacientes no hay que dejarlos solos aunque las indicaciones son mantenerte a mucha distancia pero es imposible cuando es tu familiar, tu compañero, sus miedos eran míos, pero yo permanecía frente a él con carácter y exigencias para mantenerlo de pie.
Le hacia porras "vamos tribu, vamos tribu", van bien muchachos, van bien. Y le decia ríete, canta, habla, sal al sol, camina, has ejercicios de respiracion. Pero el ánimo lo tenia dormido, es una enfermedad que ataca tus sentimientos, te llena de miedo, te mantiene en incertidumbre, como lo dije antes.
Necesitas gente en vez de alejarla, su mamá venía cada tarde hasta la reja de la calle a ver cómo seguía, a traerle un alimento hecho por ella como es su costumbre, pero esa situación lo ponía muy triste, no poder abrazarla y hablar con ella cerca.
Llegó un momento que por la seguridad de ella no viniera, pués es una señora muy mayor y no queríamos que enfermara. Pero él lo fue entendiendo sin tanto capricho.
A él le toco ir a la clínica y tenía terror, le pusieron un tratamiento, verificaron sus pulmones y notaron que a pesar de todos los síntomas no estaba tan mal, que lo que había tomado en medicamentos y lo natural era exactamente lo que le mandarían, eso fue un alivio.
Y así hemos ido mejorando poco a poco con altibajos emocionales, tratando de tolerar el encierro, porque ambos trabajamos y por lo menos él es una persona muy activa con el trabajo comercial, y en casa con el trabajo del conuco y la cría de los animales ha tenido que bajar la potencia con mucho reposo.
Es necesario entender que tenemos que volver a la tierra y la naturaleza, todas las respuestas están allí, nuestros ancestros no se equivocaron.
Estoy totalmente segura que las plantas nos sanaron y aún las seguimos consumiendo en infusión, es también necesario sensibilizarnos , comprender lo que pasan las personas con esta enfermedad y tener paciencia, constancia en lo que vas a tomar para sanar y no abandonar a tu ser querido. Trata de cumplir con las normas de bioseguridad para que los puedas atender mejor, quizás no te contagies tan fuerte como me paso a mí y puedas apoyarlo totalmente en su enfermedad y recuperacion.
Insisto no es una enfermedad para morir puedes salir de ella y con plantas de tu propio patio.
Las plantas que utilizamos juntas para las infusiones fueron: toronjil o limoncillo, tua tua o frailecillo, paja de te o malojillo, hojas del cogoyo de guayaba, eucalipto, limón y hojas de colombiana.
Recuerda, vuelve al pasado ancestral a la naturaleza, comprende, se tolerante y ofrece a tus familiares tu ayuda el amor sana.
Las fotografías son de mi autoría y fueron tomadas con mi teléfono Huawei P7.
Recibiste el apoyo que merecías, por ser una persona con una gran sencibilidad humana, espero su pronta recuperación! Saludos!
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Si, gracias a Dios! Y ya estoy muchísimo mejor al igual que mi esposo, ambos estamos de vuelta! Saludos
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La naturaleza nos provee lo necesario para continuar. Que bueno que ya se está recuperando 🤗 a seguir cuidandonos 😷 tomando té
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Exacto, a cuidarnos muy bien y cuidar las maravillosas medicinas que la naturaleza nos da! Saludos
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