Hemos notado rutinariamente cómo innumerables comunidades se han visto forzadas a explorar la construcción de sus propias redes de banda ancha gracias a la limitada competencia en el mercado. Como la mayoría de ustedes han experimentado de primera mano, esta falta de competencia resulta rutinariamente en precios más altos, velocidades más lentas, peor servicio al cliente y brechas masivas de despliegue de banda ancha. Y gracias a la captura regulatoria de la industria de las telecomunicaciones (tomada a un nivel completamente nuevo durante la administración de Trump), incontables legisladores adinerados hacen que sea una misión personal mantener las cosas así.
Huelga decir que la amenaza planteada por los usuarios enojados que construyen o apoyan sus propias redes es una de las principales razones por las que los ISPs han presionado (literalmente compraron y escribieron) leyes en 21 estados que prohíben a las ciudades y pueblos el perseguir esta opción. En algunos estados, incluso se prohíbe a los pueblos y ciudades establecer asociaciones público/privadas, a menudo la única solución creativa disponible para el tradicional duopolio de banda ancha.
Sin demasiada sorpresa, un nuevo estudio de Harvard detalla lo que AT&T, Verizon, Comcast y Charter (Spectrum) temen.
El estudio reveló que el servicio ofrecido por los ISP comunitarios tiende a ser significativamente más barato que el servicio de banda ancha ofrecido por las alternativas privadas. En algunas áreas, los investigadores no pudieron comparar directamente la banda ancha comunitaria con el servicio privado, ya sea porque el ISP privado en cuestión ni siquiera podía ofrecer la definición FCC de banda ancha (25 Mbps de bajada, 3 Mbps de subida), o porque los ISPs hicieron grandes esfuerzos para evitar que los usuarios vieran sus precios reales. Pero en 23 de los 27 casos, la opción comunitaria proporcionó precios más bajos:
"Al considerar el servicio de banda ancha básico -el plan menos costoso que proporciona al menos 25/3 Mbps de servicio, 23 de 27 proveedores comunitarios de FTTH que estudiamos, cobraba los precios más bajos en su comunidad al considerar el costo promedio anual del servicio durante un período de cuatro años, tomando en cuenta los costos de instalación y equipo y promediando cualquier tarifa inicial con tarifas posteriores más altas".
Además, el estudio encontró que las opciones comunitarias tendían a ofrecer precios que eran más sinceros con el usuario final y menos dependientes de promociones engañosas o tarifas ocultas:
"Mientras que los precios de los proveedores de FTTH de propiedad comunitaria son generalmente claros e invariables, los proveedores privados casi siempre ofrecen precios iniciales "incisivos" y luego suben el precio mensual bruscamente. Este aumento de precios en las comunidades que estudiamos, osciló entre US$10 (20 por ciento) y US$30 (42.8 por ciento) después de 12 meses, ambos impuestos por Comcast, pero en diferentes comunidades. Sólo un proveedor comunitario de FTTH utilizó esta práctica de mercadeo para un plan de sólo datos".
Vale la pena destacar que el estudio sólo fue capaz de comparar directamente los precios de la banda ancha independiente, ya que los ISPs a menudo ofuscan los precios de la banda ancha a través del uso de paquetes y promociones. A menudo estos paquetes "prometen ahorros" a los usuarios para combinar la banda ancha con el servicio de televisión y teléfono, aunque en realidad los usuarios son rutinariamente y severamente castigados económicamente por ordenar sólo el servicio de banda ancha independiente. Incluso entonces, el estudio se apresura a señalar cómo los ISPs hacen grandes esfuerzos para hacer que las comparaciones de precios directas sean "extraordinariamente difíciles":
"En general, encontramos que hacer comparaciones exhaustivas de precios entre los planes de servicio de Internet de EE.UU. es extraordinariamente difícil. La Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC, por sus siglas en inglés) no divulga datos sobre precios ni rastrea la disponibilidad de banda ancha por dirección. Además, las ofertas de servicio no siguen definiciones o niveles de velocidad estándar (como las especificaciones de los paquetes de servicios de video o teléfono)".
Los ISPs también presionan rutinariamente al gobierno para asegurar que la FCC no recolecte ni comparta datos de precios, para que alguien no descubra la conexión entre la competencia limitada y los precios altos. Esa influencia de los grupos de presión [lobby] es una de las principales razones por las que este país gastó US$300 millones en un mapa de disponibilidad de banda ancha que no sólo sobrestima la disponibilidad y las velocidades de banda ancha, sino que ni siquiera menciona los precios. Los ISPs y legisladores a menudo se enfocan en promesas vacías de "expandir la disponibilidad de banda ancha", ignorando intencionalmente el papel que la competencia y los precios juegan en esa ecuación.
Una vez más, estos pueblos y ciudades no estarían entrando en el negocio de la banda ancha si estuvieran contentos con los servicios prestados por gente como Comcast. Y una vez más, Comcast podría cortar rápidamente estos esfuerzos de raíz ofreciendo un servicio mejor y más barato. Pero una y otra vez está claro que Comcast, AT&T y otros ISPs prefieren presentar demandas, difundir desinformación y comprar leyes que prohíban a las comunidades tomar sus propias decisiones sobre la infraestructura local. Lo que sea necesario para evitar tener que competir directamente.