A UNA NIÑA IRAQUIg
Hermosa flor del desierto, de grandes ojos castaños
Que filigranas de seda esconden en sus decoros.
Alma limpia y transparente que no conoce de engaños
Hermosa flor del oriente, del linaje de los moros.
Promesa de amores de risueña cadencia
Capullo y botón. Canto del ruiseñor.
Ternura infantil. Perfume de la inocencia
Hermosa criatura de nuestro Señor.
Sangra mi corazón al verte desvanecida
Victimada por el odio, por la guerra y la avaricia
Víctima inocente de la saña y la codicia
De una guerra de intereses, despiadada y genocida
Desdichada Flor de la Mesopotamia
Víctima inocente de la lucha entre tiranos
Víctima inocente de la soberbia y la infamia
Víctima de hienas con apariencia de humanos
De un verdugo desalmado de tu tierra
Y de otros, asesinos de allende los mares.
Víctima inocente de un misil “Inteligente”
Maquiavélico artefacto destructor de gente.
¡Pobre víctima inocente!
Borrón y censura de los noticieros
Daño colateral. Baja civil. Incidente
Bostezo indiferente de los carniceros
Simple guarismo en la libreta del sabio,
Desalmado adorador de ecuaciones.
Perverso formulador de maldiciones.
Fracción decimal, error sin agravio.
Maldito ingeniero
de bélica obsesión demente
Moderno hechicero
Científico infernal del Occidente
Malditos sean cien mil veces
Tú y las bestias a quienes obedeces
¡Que Alá maldiga sus talentos!
Y en el infierno se ahoguen sus lamentos
¡No merece menos que el castigo eterno!
Quien usa la ciencia en inhumana riña
Y fríos algoritmos para herir a una niña.
¡No merece menos que el fuego del averno!
EULALIO CONTRERAS LOPEZ