Desde la Segunda Guerra Mundial, Japón se ha convertido en una referencia tecnológica gracias a su constante presencia en la producción y creación de nuevas herramientas innovadoras. Es por ello que cuando hablamos de tecnología de contabilidad distribuida y de criptomonedas la nación del sol naciente no puede pasar desapercibida.
En el 2008 un supuesto Satoshi Nakamoto, cuya identidad se desconoce hasta la fecha, publicó un documento sobre el protocolo Bitcoin y el software de referencia de la tecnología que abriría el camino a la descentralización que hoy en día poco a poco transforma los sistemas financieros.
Satoshi Nakamoto ha generado una infinidad de especulaciones y se ha convertido en uno de los más grandes misterios tras la creación de Bitcoin, pudiendo ser este nombre tanto la identificación de un ciudadano japonés como el seudónimo de un individuo o de un grupo de personas. No obstante, aunque estas pesquisas no tienen mayor importancia, sí pueden referir a Japón como un punto de inicio para Bitcoin.