Mi primer encuentro cercano con la muerte fue hace 30 años, Tenia 8 años y vivía en unos de los barrios mas grades de latino América, Petare, Caracas Venezuela. Para los que no conocen Petare es la Barriada mas grande de Latino América esta conformado por unos 300 barrios todos conectados de alguno u otro forma, aquí viven mucha personas la mayoría de la clase trabajadora, profesional y también personas dedicadas a todas las cosas malas que existen en el mundo, cada zona de esta barrio tiene su propia historia y vicisitudes.
Mi familia estaba conformada por mi Padre Juan Pérez, mi Madre Eloyna Ramírez mi hermano menor Pedro y yo Kevin. Vivimos por muchos años en el Barrio José Félix Rivas Zona 10 Escalera 13 a mitad del cerro que conectaba con otro barrio la Bombilla, conocido por el trafico de Drogas y las bandas delincuenciales que allí operaban. Nuestra casa era muy humilde tenia dos ambientes la sala con la cocina un solo cuarto grande cuya división era un escaparate (ropero) que separaba la cama de mis padres con la litera donde dormía mi hermano y yo, aunque si, mi casa era muy humilde también era muy limpia y fresca mi madre era muy estricta con la limpieza y el orden desde muy temprana edad nos enseño a mantener todo en orden.
Mi madre trabaja como secretaria en una empresa gubernamental mi padre era mensajero motorizado para una empresa privada, así que mi hermano y yo solo nos dedicamos a estudiar, vivíamos como una especie de burbuja sin conocer muy bien lo violento y peligroso de nuestro entorno, pero ese sensación de seguridad no duro para siempre…
Recuerdo muy bien ese día era un domingo 19 de julio de 1990 aproximadamente a las 08h30 de la noche mis padres y yo estábamos cargando agua de la única casa que le llagaba por las tuberías instaladas hace mas de 20 años la fila de tobos(baldes) era enorme todos los vecinos de mi escalera acudían a cargar agua el día y la hora que fuera, que ya llegara el agua. se podrán imaginar yo con 8 años cargando baldes de agua subiendo unas 150 escaleras. Lo pienso ahora luego de 30 años y miro a mi hijo menor que tiene la misma edad que yo en aquel entonces y me digo a mi mismo como lo hacia. Aunque realmente me gustaba era una forma de sentirme útil y compartir con los hijos de los vecinos. Luego de una jornada de casi 3h de cargar agua para la casa solo nos quedaban 3 baldes para terminar, mi padre había se llevo los dos últimos baldes de agua para la casa y se quedo esperando a que mi madre mi hermano y yo subiéramos un ultimo balde que quedaba. Comenzamos con el acenso hacia nuestro hogar cuando de unos de los miles de callejones que había por mi escalera, mismo que comunican con otras zonas del barrio apareció una persona alta morena de complexión atlética de unos 16 o 17 años, cuando lo vi por primera vez sentí algo de miedo pero cuando escuche su voz me relaje un poco, era una voz que ya había escuchado antes, su nombre era David conocido por ser un gran jugador de básquet, le gustaba colaborar con todos los vecinos, era muy amigable, en fin un buen tipo. David le pregunta a mi madre si le gustaría que le ayudara con el balde, a lo que mi mama contesta que no que ya estamos cerca y que no se preocupara, pero David insiste en que deje que le ayude y le dice; “¡así me gano algo para los refrescos!”, entonces mi mama nos mira y evidentemente ve cansancio en nuestros rostros y decide aceptar la ayuda de David.
Mi hermano y mi mama se adelantan y yo me quedo al lado de David quien me pregunta ¿” como vas Kevin”? ¿” Que tal la escuela”? ¿” Viste el partido de los Bulls anoche”? yo respondo; estoy bien y si vi el partido Jordán jugo intenso, David me mira y me dice, “si algún día voy a juga como el” y veo como se ilumina su rostro de la emoción, David dice “¡ bueno a darle con este tobo (balde)!”, luego procede a subirlo a sus hombros y comienza el acenso camino a mi casa, cuando estamos a unos 10 metros de mi casa veo a mi madre y mi hermano esperando por nosotros en el descanso de unas de las casas que están a mitad de la escalera a unos 10 metros de nuestra casa es una descanso ancho, largo y poco iluminado sin embargo logre reconocer las figuras de mi hermano sentado en la piernas de mi madre. En ese momento veo que justo en frente de mi casa aparecen 4 figuras noto que David también ve lo mismo y se detiene y me mira y le digo si tienes algún problemas con ellos deja el tobo y vete que yo lo llevo, no dice nada voltea de nuevo a ver las figuras que se acercan y me dice “naah yo no tengo problemas con nadie” y comienza avanzar sin embargo noto como cambio su caminar confiado y seguro a algo mas lento y cuidadoso como si el balde pesara mucho, las figuras llegan al descanso donde esta mi madre y mi hermano y logro verles el rostro resultan que son los Morochos, el Duende y Alfredo conocidos asesinos y delincuentes de la zona, saludan a mi madre y se acercan a donde estoy yo con David veo que vienen armados con escopetas y pistolas, uno de los morochos me saluda “que paso Kevin” y me toca por la cabeza, a lo que yo respondo todo tranquilo y tu, “todo bien aquí buscando las culebras (enemigos)” y mira a David y le dice “que es lo que eres tu bruja, vite como te pesco” David baja el balde y le dice “bruja eres tu te crees muy hombre por que estas con tu banda y estas empistolado” , otro de los morochos se acerca y le pone el arma en la frente a David y le dice “tu si eres bocón bruja, te voy a volar los sesos”, justo ese momento siento que me agarran por la mano y me jalan volteo y es mi madre prácticamente me lleva a rastras hacia el descanso no podía quitar la mirada de lo que estaba pasando mi corazón latía fuertemente y mis pensamientos volaban por mi mente sin saber que pensar y que hacer como reaccionar, ya en el descanso mi madre intenta ponernos atrás de ella para protegernos pero no se como paso, yo estaba en un momento detrás de mi madre y luego sin saber estaba en el borde el descanso solo a unos 2 metros de distancia donde se daba la discusión entre David y los maleantes. Luego de unos interminables 3 minutos al parecer dejan que David continúe su camino recoge el balde y camina hacia donde yo estoy, volteo en ese momento a ver a mi madre que esta abrazando a mi hermano es una esquina si ver nada orando con la mirada hacia el ciele, escucho como David de pronto se detiene a mi lado y dice me vas a matar por la espalda volteo haber que pasa y veo Alfredo el mas pequeño de los delincuentes con una escopeta recortada de dos cañones apuntando a la espalda de David, Alfredo me ve y se ríe pero no dice nada los otros maleantes están detrás de el están hablando pero no logro entender lo que dicen veo de nuevo a David y este coloca el balde de nuevo en el suelo y se voltea haber a quien lo amenaza justo cuando se voltea, escucha un estruendo observo como David vuela por el aire uno dos metros de distancia de donde yo estaba, mi mama grita mi hermano lloran lo delincuentes ríen yo escucho como David implora que no lo dejen morir.
Alfredo me mira y me apunta con su arma la misma esta saltando humo se acerca y mi madre rápidamente se interpone entre Alfredo y yo, con la voz mas fría que había escuchado hasta ese momento nos dice “ si alguno de ustedes abre la boca los mato” y salen huyendo, mi madre mi hermano y yo estamos en shock volteo haber a David y este se esta moviendo en el suelo , caminamos hacia la casa a la distancia veo a mi padre en la puerta de la casa casi desnudo se estaba bañando cuando sonó el disparo, luego miro al suelo y allí esta David convulsionando con una herida en el pecho la sangre le sale por la boca tiene los ojos abiertos y la mirada perdida nunca voy olvidar esa mirada que minutos antes anhelaba jugar como Michael Jordán.
Ya en la casa rompo el silencio y le grito a mi madre que hay que llevar a David al Hospital que todavía esta vivo, le grito a mi padre no hacen nada, me dices que no podemos hacer nada que nos pueden matar si hacemos o decimos algo, siento una impotencia y una rabia incontrolable me asomo por la ventana y ya David no se esta moviendo ha muerto.
Todavía puedo cerrar los ojos recordar todo lo que sentí ese día, ser testigo de la muerte de otro ser humano la impotencia de no poder hacer nada por miedo a las represarías, el sentimiento de culpa por no ayudar a David. También recuerdo ver a los días a los asesinos hablar, reír y jugar como si nada hubiera pasado y por primera vez sentí odio verdadero contra otra persona. Esa experiencia cambio de forma radical como miraba el mundo que para un niño de 8 años hace 30 años, era mi escuela y mi comunidad, comprendí que para sobrevivir al barrio debía ser inteligente y fuerte, trace mi primer objetivo a esa edad salir del barrio vivo. En los años que vinieron fui testigo de muchas mas muertes, muchas mas desgracias pero también cosas maravillosas que estoy seguro solo pasan en el barrio y que moldearon el hombre que soy ahora, pero eso queda para otro historia.