La leyenda de La Llorona parece ser de origen mexicano, la cual se remonta a la época de los aztecas:
Se cree que La Llorona es una combinación de tres diosas aztecas: Cihuacóatl (mujer serpiente), Teoyaominqui (vigilante de las almas muertas) y Quilatzli (madre de gemelos). Esta Diosa mixta se aparecía por las noches vestida de blanco, gritando y llorando amargamente por sus hijos perdidos.
Los aztecas interpretaban su aparición como un mal presagio que se debía evitar como si fuera la propia muerte. Incluso se cuenta que se apareció poco antes de la llegada de Hernán Cortés.
Los conquistadores españoles adaptaron la leyenda dándole a la mujer el nombre de Luisa, una campesina que fue amante de Don Nuño de Montes Claros y que procrearon tres hijos. Cuando la abandonó para casarse con una mujer de su clase, Luisa apuñaló a sus hijos como venganza. Horrorizada por su acto, corrió por las calles, repitiendo los gemidos.
Al conocer lo sucedido, Don Nuño de Montes Claros se suicidó el mismo día en que Luisa fue ejecutada en una plaza de lo que ahora es la Ciudad de México en 1550.
Esta es una de las tantas versiones que hay, por ejemplo hay una que dice que la mujer ahogó a sus hijos en un río y que nunca se encontraron sus cuerpos.
Aunque sucedió en la Ciudad de México, en otras partes del país se escuchan sus lamentos por las noches.