Mientras que muchos afirman que todo está atravesado por el amor y el desamor. Y reducido al nivel del amor, en sus variantes y bifurcaciones más incomprensibles, cuando se ama desde el amor que dieron otros y se arrastra toda la vida con ello para bien y mal.
La música, películas, novelas, series explotan el tema amoroso.
Lo que más vende en la farándula son los chismes sobre los famosos y sobre sus líos amorosos.
Los juzgados están llenos de quienes un día se juraron amor eterno y pelean como perros y gatos en el divorcio, por la custodia y manutención de los hijos.
Todos han sufrido un corazón roto, amor no correspondido.
Entonces es la apertura precisa para que aparezca un valor de esta dimensión axiológica poco comprendida en la sociedad posmoderna actual.
Y es la cultura del amor no erótico ni reducido a él, por esa valía del verdadero valor de un libro va más allá de su precio en una librería o el material físico del que está hecho. El valor de un libro reside en su capacidad para transportarnos a mundos desconocidos, desafiarnos a pensar de manera diferente, y abrir nuestras mentes a nuevas ideas y perspectivas.
Los libros son tesoros que contienen el conocimiento y la imaginación de generaciones pasadas y presentes. Son ventanas a otras épocas, culturas y realidades, permitiendo que nos conectemos con las experiencias humanas de personas que tal vez nunca conoceremos en persona.
Además, los libros tienen el poder de inspirarnos y enriquecer nuestras vidas. Nos ofrecen consuelo en momentos de dificultad, nos hacen reír en los momentos de alegría, y nos enseñan lecciones valiosas que podemos aplicar en nuestra vida diaria.
Cada libro nos reta a reflexionar sobre nosotros mismos y sobre el mundo que nos rodea. Nos dan la oportunidad de sumergirnos en otras realidades y vivir múltiples vidas a través de los ojos de los personajes.
El valor de un libro también radica en su capacidad para unir a las personas. Las historias compartidas nos conectan con otros lectores, creando comunidades y fomentando la empatía y la comprensión entre personas de diferentes culturas y experiencias.
Los libros son compañeros de viaje en nuestra travesía por la vida, y su valor es incalculable.