Saben eso cuando están pequeños, siempre hay algún personaje de ficción favorito, algún super héroe, capaz de realizar cualquier cosa, para mi toda la vida, ese héroe ha sido mi abuela. Más que una figura de ternura, mi abuela es totalmente distinta a las demás, es una persona divertida, una persona que ayuda, que se las ingenia siempre para apoyar a los que quiere, aunque no lo diga muy a menudo, es una persona con un carácter fuerte, pero por dentro con mucho amor, es una abuela preocupada como todas, pero con la que te puedes tomar unas cervezas el fin de semana con tranquilidad y contar algunos chistes.
Mi abuela es fuerza y valor, toda la vida me lo demostró. Nunca ha descansado en cuanto a ver a Venezuela libre, tiene esa fuerza y ese amor por mi país, y me lo enseño de pequeña, el amor por cada centímetro de la tierra donde naces. Mi abuela era enfermera de joven, hoy en día no ejerce ya su función directamente, pero si lo hace en el barrio donde vivimos, ayudando a cada vecino que puede.
Por cosas de la vida, en su juventud estaba muy de moda fumar, era lo común y era digamos que bien visto, hoy tiene 74 años y no ha dejado de fumar ni un solo día, no ha dejado ese vicio horrible que espero nadie tenga y espero que los lo tenga lo abandonen, pues daña, no solo te daña a ti, daña a los demás. Mi abuela toda la vida ha sido la que nos ha llevado a mi hermana y a mi al colegio, a la danza, nos ha enseñado hasta a andar bicicleta, es una abuela 4x4 como quien dice, ya que mis papás estaban trabajando ella quiso dedicar su vida a nosotras, a mi hermana y a mi. Hace ya casi un año debido a la situación de Venezuela decidí emigrar, no ser mas una carga sino poder hacer pequeños aportes para ayudar en mi casa, hoy me encuentro con el corazón roto y lejos de mi casa, pues a mi abuela le detectaron cáncer (el maldito cigarro),sin medios para ayudar más de lo que puedo, sin poderme movilizar por la pandemia, igual mi familia atrapados en un país sin servicios a la salud, debe cruzar a Colombia a través de un permiso para hacerse radioterapias, para quitar el dolor, jamas vi a mi abuela tan abuelita, tan débil, tan indefensa, y me duele demasiado, me duele no estar allá, este es el verdadero sufrimiento del emigrante. No quería tener que publicar tanto sobre esto, porque me duele demasiado, solo quisiera un milagro para que mi abuela este bien, para poder verla de nuevo y por supuesto para tomarnos un par de cervezas y echar cuentos, cantar tal vez y reírnos un buen rato.
A todos los que puedan apoyarnos en su campaña de Gofoundme se los agradecería en el alma, se que todos estamos pasando un mal momento, para cada dolar, cada centavo va a ayudar, gracias por leerme y por favor abracen a sus seres queridos mucho. ♡
Mi abuela es fuerza y valor, toda la vida me lo demostró. Nunca ha descansado en cuanto a ver a Venezuela libre, tiene esa fuerza y ese amor por mi país, y me lo enseño de pequeña, el amor por cada centímetro de la tierra donde naces. Mi abuela era enfermera de joven, hoy en día no ejerce ya su función directamente, pero si lo hace en el barrio donde vivimos, ayudando a cada vecino que puede.
Por cosas de la vida, en su juventud estaba muy de moda fumar, era lo común y era digamos que bien visto, hoy tiene 74 años y no ha dejado de fumar ni un solo día, no ha dejado ese vicio horrible que espero nadie tenga y espero que los lo tenga lo abandonen, pues daña, no solo te daña a ti, daña a los demás. Mi abuela toda la vida ha sido la que nos ha llevado a mi hermana y a mi al colegio, a la danza, nos ha enseñado hasta a andar bicicleta, es una abuela 4x4 como quien dice, ya que mis papás estaban trabajando ella quiso dedicar su vida a nosotras, a mi hermana y a mi. Hace ya casi un año debido a la situación de Venezuela decidí emigrar, no ser mas una carga sino poder hacer pequeños aportes para ayudar en mi casa, hoy me encuentro con el corazón roto y lejos de mi casa, pues a mi abuela le detectaron cáncer (el maldito cigarro),sin medios para ayudar más de lo que puedo, sin poderme movilizar por la pandemia, igual mi familia atrapados en un país sin servicios a la salud, debe cruzar a Colombia a través de un permiso para hacerse radioterapias, para quitar el dolor, jamas vi a mi abuela tan abuelita, tan débil, tan indefensa, y me duele demasiado, me duele no estar allá, este es el verdadero sufrimiento del emigrante. No quería tener que publicar tanto sobre esto, porque me duele demasiado, solo quisiera un milagro para que mi abuela este bien, para poder verla de nuevo y por supuesto para tomarnos un par de cervezas y echar cuentos, cantar tal vez y reírnos un buen rato.
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