Por lo general en las vacaciones acostumbro viajar, pero estas vacaciones decidí buscar un empleo para retribuirle a mi familia parte del gastó de una laptop que me compraron para terminar mi tesis, por cuestiones quizá del destino terminé trabajando en un call center, decidí aceptar el trabajo porque se me hizo fácil de hacer, solo es para estas vacaciones y es de medio tiempo, para no hacerles el cuento largo hoy me pasó una situación que jamás voy a olvidar y que me dejó reflexionando muchísimas cosas:
Al momento de llegar a mi área de trabajo en el asiento de alado se encontraba una chica que me comentó que le dolía la cabeza por estrés, me preguntó con cara de angustia si ya había vendido algo, a lo que le respondí que acababa de entrar, que aún no, y me dijo un tanto preocupada que ella tampoco había vendido, le dije que no se angustiara que nosotros no ganábamos ni perdíamos nada si no vendíamos, que los que ganaban eran los del banco y que a los que iban a cagar y a quitarles la campaña era a los gerentes y supervisores que ella hiciera su chamba, brindara la información y que si se daba la venta pues que chido, le iban a dar sus 20 pesitos de comisión, a lo que ella me respondió, “ustedes porque son nuevos no les exigen tanto, a nosotros si nos regañan muy feo”, debo admitir que en ese momento pensé que esta chica estaba exagerando un poco.
A los pocos minutos, nos llamo a junta una supervisora, que nos comentó que el cliente, en este caso citibanamex les había informado que quería que omitiéramos algunas cosas del scrip, y que no nos enfocáramos en la acumulación de puntos entre otras cosas, hasta ese momento todo relax. En eso llegó otra supervisora a interrumpir pero esta es la típica vieja frustrada prepotente que obviamente nos empezó a cagar que porque en toda la mañana solo se habían vendido 6 tarjetas, que nos pasaba , que en "X" sucursal ya habían vendido 16, que los que llevaban tiempo tenían una meta diaria de 2 tarjetas y los nuevos 1 x día bla bla bla… de repente se dirigió a esta chica que comentaba al inicio y enfrente de todos la exhibió de una manera horrible, empezó a amedrentarla porque no había vendido nada y a compararla con los nuevos que ya había vendido y ella no, que que le faltaba para que hoy no estuviera funcionando (entre otras cosas, que ya se imaginarán), ósea a esta supervisora pendeja le vale madre si la chica tuvo un mal día o si simplemente no le llegaron las llamadas adecuadas, ella solamente quería desquitar su puta frustración sobre alguien y escatimó sus comentarios en hacerlo.
En eso llego el gerente o no se quien chingados sea pero es el jefe de los supervisores, a pesar de que se llama Enrique yo desde hoy lo nombro en mi cabeza “Don pendejo” a encargarse de poner la cerecita al pastel, obviamente igual nos empezó a amedrentar y a cuestionar sobre la venta y dijo algunos comentarios que jamás voy a olvidar de lo mierda que son:
“Denle al cliente donde mas le duele", "menciónenles a su familia", "alármenlos diciendo que van a tener una emergencia”, “de que coman en su casa a que coman en la suya…” “ que a ustedes les valga de todos modos no conocen al cliente, no lo están viendo”, “si notan que pueden agarrarlos en la tonta métanle hasta 6 tarjetas” “no se tienten el corazón” “si es necesario que les maten a su mamá háganlo”, entre otros comentarios súper jodidos, lo que mas me sorprendió y debo admitir me dio hasta escalofríos de este tipo es la actitud verguera y fría con que lo dice, ósea este wey no tiene la mínima pizca de valor humano, es obvio que no llegó al puesto que está por ser una persona estudiada o preparada sino por ser un pinche extorsionador .
Los que me conocen saben que soy una persona súper transparente y seguramente don pendejo se dio cuenta de mi disgusto y preguntó “¿alguna duda?, ¿algún comentario?” con una actitud retadora, y luego directamente dirigiéndose a mí volvió a preguntar “¿algún comentario?” obviamente yo tenía un chingo de comentarios en mi cabeza sobre tal personaje en cuanto a su forma tan baja, despreciable y sin escrúpulos de ver su trabajo, sentía un coraje tremendo en el estomago que pocas veces he sentido en mi vida, pero en este momento no puedo ponerme a buscar otro trabajo, pues entro a la escuela a principios de agosto a lo que mirándole a los ojos le dije “no ninguno” mentándole la madre con una sonrisa obviamente incongruente a la situación….
La chica de mi lado estaba aterrorizada y cabizbaja por la tremenda humillación que le hizo la tipa esta, estaba desesperada por vender y rogandole a los clientes que compraran una tarjeta. No sé si esta chica tenga hijos o algún familiar enfermo para tener que soportar tal atentado.