Creo que hay un cáncer mental que ha estado destruyendo a miles de personas en el mundo entero. Me refiero a la preocupación, a ese estado de ansiedad y nerviosismo donde muchos seres están atrapados mentalmente.
Aunque podría decirle que la palabra “preocupación” en español significa “ocuparse previamente”, me gustaría irme a la lengua original del griego, pues, allí creo que el significado de esta palabra es más amplio. “Preocupación” viene del griego “merimnao”, la cual es la combinación de dos palabras: “merizo” que significa “dividir” y “nous” que significa “mente”. Preocuparse, pues, significa: “dividir la mente” o “dividir los pensamientos”.
Usted que lee ¿Hasta qué punto ha estado viviendo con una mente dividida? ¿Está compartiendo pensamientos sanos con pensamientos destructivos cada día en su mente? Si es así, entonces, lamentablemente, es usted una victima más de la preocupación. A caído en las redes de este flagelo mundial. Necesita salir de esa trampa psicológica.
Leamos un ejemplo para que podamos entender el efecto destructivo que tiene una mente dividida. Se comenta de un hombre que trabajaba en una muy buena empresa, con un excelente sueldo y con un aprecio a su persona extraordinario. Una noche, pensando este hombre a solas a cerca de su trabajo, le vino la idea de que en su empresa ya no querían contar más con sus servicios. El efecto de este pensamiento fue tan terrible y dañino, que no pudo dormir toda esa noche.
A la mañana siguiente como todos los días este hombre se dirigía a su trabajo con su mente totalmente dividida (pensamientos sanos contra fuertes pensamientos de fracaso), producto esto de lo que pensó la noche anterior. Cuando estaba ya en su trabajo comenzó a mirar al presidente y a los gerentes de la empresa con nerviosismo y a la vez con desprecio, pensando quién de ellos había contribuido para ser despedido. En su corazón solo estaba respirando venganza contra aquella posible persona. Su mente estaba totalmente oscurecida y entenebrecida con pensamientos que lo perturbaban cada minuto.
Pasado el tiempo, el estado mental y emocional de este hombre comenzó a empeorar, hasta tal punto, que comenzó a perder su buen rendimiento en su trabajo. Debido a esto, el presidente de la empresa lo llamó a su oficina para indagar qué era lo que le estaba sucediendo.
En medio de la charla que se llevó a cabo entre estos dos hombres, salió a la luz aquel pensamiento que tuvo este hombre aquella noche. La respuesta que le dio el presidente, después de escucharlo muy bien , fue la siguiente: “Yo no sé de donde sacó usted esa idea de que queremos despedirlo de la empresa. Le informo más bien, que hace unos días me reuní con la directiva y consideramos que entre las personas que merecían un aumento de salario estaba usted, y ya, por cierto, están trabajando en este asunto. Así que le pido que se olvide de esa locura de que va a salir de la empresa “.
La alegría de este hombre fue tan grande que salió llorando de la oficina. Desde ese momento su estado mental y emocional comenzó a mejorar rápidamente. Se dio por terminado su mente dividida.
¿Se da cuenta de los efectos destructivos de la preocupación y de esos pensamientos dañinos que lo que hacen es enfermar emocionalmente a miles de personas? Le comento que, así como el hombre de la historia, hay una cantidad de personas en este país que están atadas a las cadenas de la preocupación, personas que están previamente ocupadas (pre-ocupación) en las cosas que no han sucedido (habrán algunas que ni siquiera sucederán).